Las salidas a las Pitïuses se le están atragantando más de la cuenta a los equipos menorquines esta temporada. Y no solo por lo complicadas que ponen las cosas los conjuntos ibicencos, sino por la mala suerte que se topan Migjorn y Mercadal en sus desplazamientos.
Si a principios de este mes los verdiblancos se veían obligados a aplazar su choque ante el Penya Independent por una avería en el avión, el Mercadal sufrió un desafortunado overbooking que obligó a tres de sus jugadores a tomar el siguiente vuelo y llegar al Sant Antoni de Portmany con el partido ya empezado. No obstante, la colaboración del colegiado Català Hidalgo permitió que el enfrentamiento se disputara sin ningún problema a mayores.
Primera mitad rojiblanca
A pesar de este inicio algo accidentado, en la primera parte se jugó a lo que quería el conjunto rojiblanco, vestido completamente de amarillo este sábado. El Mercadal controló la posesión de balón al mismo tiempo que mostraba serenidad y solidez en el apartado defensivo. Así fue que apenas concedió opciones en el juego directo al Portmany, una de las principales bazas ofensivas de este equipo.
Sin embargo, la falta de tranquilidad en la toma de decisiones en el último tercio del campo penalizó a los menorquines. A ello se une la escasez de mordiente pese a las llegadas desde las bandas. A su vez, Baztán, a quien se le resiste su primer gol con el Mercadal, tuvo un mano a mano.
Paso adelante local
Los ibicencos pasaron a ganar más duelos tras el paso por vestuarios, lo que dio pie a la pérdida de dominio mercadalenc.
El partido se tornó en un ida y vuelta en el que los de Miquel Capó recuperaban el control por momentos. Los locales pudieron ganarlo en un par de envíos al área, aunque el Mercadal también gozó de sendas oportunidades en los últimos diez minutos. En este tramo final, en el cual los menorquines explotaron los contragolpes, Javi tuvo en sus botas el gol de la victoria.
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