El jugador del Mercadal, Sergi Pons, pugna un balón mientras es objeto de falta por parte de un rival, en duelo ante el Binissalem. La imagen, con certeza, resulta metafórica a la realidad del equipo rojiblanco y su deseo de alzar la cabeza.    | Pere Bota

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CD Migjorn y CE Mercadal afrontan este fin de semana una jornada, sino capital, sí de suma trascendencia de cara a su futuro inmediato dentro de la competición balear, al medirse con rivales directos en su objetivo de conseguir la permanencia.

El equipo verdiblanco visita esta tarde al Peña Sant Jordi de Ibiza, mientras que el cuadro mercadalenc, que juega mañana domingo, recibe al Llosetense.

Después de ver frenada con tremenda aparatosidad su buena racha, en la que enlazó un par de victorias consecutivas, al ser superado por el Alcúdia en Los Nogales (1-6), el Migjorn quiere revitalizarse ante el Sant Jordi, último clasificado y al que el cuadro menorquín, penúltimo, aventaja en un punto (Campo Municipal Kiko Serra, 16.00 horas).

Sin embargo, el conjunto pitiüso, ha empezado a reaccionar en las últimas semanas, viene de ganar su segundo partido, 1-2 en su visita al Llosetense en la jornada previa, y por tanto, no se presume una presa sencilla.

Menos si cabe al considerar que la visita del Migjorn la advierten en Ibiza como una franca posibilidad de seguir engordando su casillero de puntos, como también de escapar del último lugar de la clasificación.

Un prisma sin duda compartido por los de Biel Medina, conscientes de que este es uno de los desplazamientos en el que se puede sumar en su campaña de estreno en el contexto balear.

El Migjorn divisa la zona de permanencia a solo dos puntos, y una vez ya sabe lo que es ganar en esta liga y por tanto demostrado su capacidad para competir en la misma, la presión o ansiedad por estrenarse no será un factor que juegue en su contra, menos todavía debería ante un rival que le es parejo.

Mercadal

Peleado con el triunfo desde que hace cerca de dos meses derrotara al Migjorn en el derbi menorquín, e instalado en la zona candente de la clasificación a causa de ese letargo (décimo quinto, 9 puntos), el Mercadal encara mañana domingo, en esta ocasión jugando de local en el campo de Sant Bartomeu de Ferreries, una nueva oportunidad de poder recuperar la victoria (16.30 horas).

Su rival, el Llosetense, aterrizará en la Isla en idénticas circunstancias clasificatorias que el Mercadal (le empata con 9 puntos) y por lo tanto también necesitado. El cuadro mallorquín ha hilvanado tres derrotas en sus últimas tres actuaciones, y no deja de ser un rival de lo más incierto, capaz esta temporada, pese a su actual mala dinámica, de derrotar al Formentera o de empatar ante conjuntos como el Santanyí, el Porreres o el Platges Calvià.

El trasvase de campo, de Fornells a Ferreries, y una vez la cuenta atrás para el retorno a Sant Martí se presume más definible a partir de que la obra para reconstruir el campo ya ha sido adjudicada, en principio beneficia al colectivo que entrena Miquel Capó, cuya propuesta de juego agradecerá un terreno de mayores dimensiones (resta por ver la respuesta de la afición).

En lo meramente deportivo, el Mercadal tratará de contener a un rival poco fértil como visitante (apenas dos empates, el botín hasta la fecha del Llosetense en sus salidas) con la sensación de que lo que se dirime, sobre todo con la perspectiva de la temporada, son más que tres puntos.