Transcurridas ocho jornadas de competición, el Mercadal es décimo tercero con ocho puntos, mientras que el Migjorn, en su temporada de estreno en el escenario autonómico, ocupa el último lugar de la clasificación.
Restando todavía 26 jornadas por disputar, es evidente que la coyuntura no es irreversible. Tampoco dramática. Pero la necesidad de lograr una reacción, de dar con un cambio de dinámica, empieza a urgir, sobre todo en el caso del Migjorn.
Y para uno y otro equipo, más allá de sus propias limitaciones, se detecta un problema troncal en la falta de gol. No en vano, Mercadal y Migjorn residen en esa faceta entre los equipos más débiles de la liga balear.
CE Mercadal
El equipo rojiblanco es décimo tercero en la clasificación y suma ocho puntos, dos más que el antepenúltimo, el Alcúdia. Después de un arranque más que digno y de hilvanar un par de victorias consecutivas, incluida la obrada en el derbi insular ante el Migjorn hace un mes, el Mercadal no ha vuelto a sonreír; tres derrotas (contra Manacor y Binissalem a domicilio y ante el Porreres, el pasado sábado, en la Isla) y un empate (con el Portmany en casa) su bagaje en este último pasaje de la temporada, lo que indefectiblemente le ha hecho retroceder desde la zona tibia a la parte baja de la tabla.
Las causas, varias. La más relevante, la falta de gol. Con apenas cuatro dianas convertidas en ocho partidos (solo Peña Sant Jordi, con tres, y el propio Migjorn, con una, penúltimo y último respectivamente, firman peor efectividad) y sin marcar en sus últimas tres citas, parece evidente que el Mercadal, a la que consiga mejorar en ese apartado (que no atañe en exclusiva a los delanteros), mejorará también sus resultados.
Otro factor a apuntalar es el defensivo. Con certeza que la goleada sufrida ante el Manacor (5-1) ha empeorado mucho el promedio de tantos recibidos, y la cifra se eleva a once en ese sentido. Y cuatro encajados en los últimos dos duelos, lo que combinado con su referido bajo registro realizador, no da margen para mucho.
No procede, no obstante, radiografiar la situación del Mercadal y su problema en las áreas sin reparar en una coyuntura de mucha incidencia, como es el hecho de haberse visto abocado a alojarse en Fornells, lo que además se mantendrá en las próximas semanas, mientras se reconstruye Sant Martí, arrasado por la gota fría. Ni desde el equipo ni desde el club se pone el foco en esa causa como argumento a su realidad clasificatoria, pero que desde luego no ayuda, es más que evidente.
CD Migjorn
Año de estreno y de ilusiones para el CD Migjorn, como no puede ser de otro modo al tratarse de su primera campaña en Tercera balear en su algo más de medio siglo de existencia. Pero discurridas ocho jornadas, el equipo es último con un punto, un solo gol a favor, siendo el peor de la liga en ese aspecto, y con diecisiete tantos en contra, lo que le convierte en el segundo peor equipo de la competición.
De tales números queda claro donde localiza la problemática para los de Biel Medina, y al igual que el Mercadal, pero en un grado todavía más preocupante en su caso, es en las áreas. Pero también intangibles como el infortunio (a menudo ligado con la falta de suficiente experiencia u oficio) se están distinguiendo en contra del Migjorn.
Como ejemplo más sangrante de ello, su derrota más reciente (que ha sido la quinta consecutiva además), en feudo del Felanitx, donde se quedó con diez hombres en el tramo final y encajó en el descuento el gol que le privó de poder sumar el que habría sido su segundo punto esta temporada.
El mes de noviembre que ahora se avecina se antoja, sino clave, sí muy importante para el cuadro migjorner, en tanto que se enfrentará con Campos, Alcúdia y Peña Sant Jordi. Asimismo con el Santanyí, que es el tercer clasificado, pero los otros tres son equipos absolutamente de ‘su’ liga y enfrascados en la zona baja de la tabla.
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