Un momento del partido disputado en Fornells | Katerina Pu

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Apenas habían pasado veinte minutos desde el pitido inicial cuando, en una disputa con Xavi Fedelich, el atacante del Portmany, Carlos Mora, levantó en exceso su pierna e impactó con los tacos en el estómago del central.

Cuando el colegiado Isaac Gutiérrez sacó de su bolsillo la tarjeta roja directa al ibicenco, todo parecía indicar que el camino del Mercadal hacia la victoria se allanaba. Y nada más lejos de la realidad.

La inoperancia del cuadro de Miquel Capó fue la misma tanto frente a diez como ante once. Sus pupilos intentaron adelantarse en el marcador con más corazón que juego y tan solo fueron capaces de generar sensación de peligro real en los últimos minutos    con un cabezazo al poste del capitán Raul Marqués y un remate del mismo, de un toque sutil con el exterior, que salvaría in extremis el portero Javier Seral. En los minutos inmediatamente anteriores a la expulsión, el conjunto local tenía serias dificultades para sacar el balón desde atrás. El Portmany lograba robar con facilidad gracias a los controles defectuosos y las malas entregas de los locales. De esta forma, el equipo dirigido por José Vicente Román arañaba alguna falta, aunque sin concretar ninguna ocasión de gol. Eso sí, se estaba jugando a lo que querían los ibicencos.

Pese a no haber conseguido aún ninguna victoria, el Portmany ya había demostrado en la última jornada un gran saber estar al obtener un valioso empate sin goles contra el Penya Independent, actual colíder de la clasificación junto al Poblense. Y eso mismo volvió a exhibir en Fornells.

Javi Hernández inquietó la meta rival con un potente libre directo que el cancerbero tuvo que desviar a córner con los puños. Por lo demás, algún intento lejano sin acierto del extremo ibicenco Juan Aroca.

A la olla

La impaciencia acechaba al Mercadal a medida que pasaban los minutos. Así lo constataba el propio Jordi Lázaro, que veía la amarilla al propiciar una patada a destiempo tras perder la posesión.

Las entradas de Sergi Pons y Pau Oliver no acababan de otorgar la fluidez que necesitaba el Mercadal. De esta forma, Capó acabaría optando por cargar el área con Sidibé y Dalmedo, además de Marc Capó a la desesperada. Casi saca rédito de ello, ya que en apenas diez minutos, Raúl Marqués tuvo el tanto de la victoria, en su cabeza primero y en sus pies después. No obstante, ayer no era el día y el Mercadal ya tiene la vista puesta en Binissalem.