Nan Moll, a la derecha de la imagen, conversa con uno de sus ayudantes, ayer, en un entrenamiento. | A.C.P.

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Nan Moll (Ciutadella, 1982) sigue haciendo carrera en Italia. Después de su experiencia en Levico Terme y AC Trento 1921, el entrenador menorquín, tal y como informó este diario en su edición del pasado domingo, emprende el que es su tercer reto en el país transalpino a lo largo del último lustro, y que le convierte en máximo responsable del equipo ‘primavera’, una suerte de conjunto filial juvenil, del AC Perugia Calcio, club centenario cuya primera escuadra, con pasado en la máxima categoría del fútbol transalpino, en la actualidad milita en la Serie C (tercera categoría del ‘calcio’).

El preparador de Ciutadella destaca en estas páginas, en sus primeras manifestaciones una vez se anunció su incorporación al club de la capital de Umbría, hace menos de una semana, estar con «muchas ganas» ante esta «nueva aventura», que además desarrollará en un club «con mucha historia» y de «mucha importancia», incide.

No en vano, el Perugia, fundado en 1905, acumuló hasta 2004 numerosas temporadas en la Serie A, ha jugado un par de veces la actual Europa League y ganó la Copa Intertoto en 2003.

Entrenadores de renombre como el serbio Vujadin Boskov (que patentó la frase ‘fútbol, es fútbol’), Ferenc Hirzer, Alessandro Nesta o Mauricio Sarri han ocupado el banquillo perugiano, donde ahora, un escalón más abajo, en su filial, se sitúa Nan Moll, tras sellar un acuerdo, de momento, para una temporada.

Al margen de la densa cronología que acredita el Perugia, Moll pone en valor «la profesionalidad y seriedad» que se ha encontrado en la entidad, «algo que percibí desde el primer día», indica.

Labor

Moll tendrá por misión, como corresponde al dirigir a un conjunto juvenil que ejerce de vivero de la primera ‘scuadra’, de «formar a los chicos, aproximarlos a que conozcan lo que es la vida, el fútbol, y a partir de ahí, buscar resultados». «Los valores del club son esos, prevalece la formación», abunda el técnico menorquín.

Moll se está centrando, en sus primeras fechas en el club, ya en plena pretemporada (la competición oficial arranca el 14 de septiembre próximo), en trazar, desarrollar y trabajar «una línea metodológica para todos los equipos del club». «Aquí todos los equipos trabajan en una misma dirección, la interacción con los técnicos es constante y básica para la estructura; ha sido uno de los motivos para fichar, la organización que tienen a nivel de estructura», desmenuza el que fue también entrenador del CE Mercadal y de la Academia Barça en Japón.

Recorrido

Con su incorporación al club del ‘Renato Curi’, queda claro que la carrera de Nan Moll se está labrando en el país transalpino. «La realidad es que Italia me ha dado la oportunidad de entrenar a cierto nivel, de hacer currículum… quizá pueda hacer carrera en España, pero Italia, ahora mismo, es mi prioridad», recalca en ese orden el técnico que el año pasado contribuyó a eludir el playout de descenso para el Trento en Serie C, después de hacerse con la batuta del primer equipo en enero, con la temporada empezada y lógicamente en mala dinámica, y que para el curso 2025 se las verá con rivales duros como los filiales de Benevento, el Pisa o el Nápoles (contra los que además arrancará la temporada en un exigente inicio de calendario).

Por último, al margen del fútbol pero como causa inherente al mismo, anotar que la felicidad de Nan Moll no es completa en estos primeros compases en el Perugia, al tener que estar separado de su familia.

«Esperamos un hijo, que será el segundo, y aunque mi mujer y mi hija están en Italia, estamos a unas cinco horas de distancia; es difícil, pero las cosas no vienen por si solas y para conseguir algo, sea en el fútbol o en otra campo de la vida, siempre hay que hacer algún sacrificio», concluye Nan Moll, ya centrado de lleno en su tercera aventura en Italia.