Luciano Spaletti en la rueda de prensa después de la eliminación ante Suiza. | Daniel Dal Zennaro

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Italia volvió a los infiernos del fracaso futbolístico tras la inexcusable derrota ante Suiza (2-0). La todavía vigente campeona terminó la defensa del título despojada de cualquier autoridad, lejos del mínimo exigible que se presupone a esta selección. Y con la sensación de que no hay solución viable en el corto plazo. Todo pasa por una reforma profunda del 'calcio'. Luciano Spalletti e Italia tienen mucho trabajo por hacer.

La prensa italiana machacó a la 'Azzurra' tras sucumbir ante Suiza en el Olímpico de Berlín. Más por la forma que por el fondo. Porque si bien era sabido que esta Italia no optaba al título, que no figuraba en la terna de candidatas claras, el empuje anímico que dio el gol en el último suspiro de Mattia Zaccagni ante Croacia en fase de grupos y caer en el lado amable del cuadro dieron cierto impulso esperanzador que acabó roto en añicos.

Otra vez. Italia, 15 años envuelta en la vorágine. Desde que Italia ganara el Mundial en 2006, precisamente en Alemania, casi todo han sido fracasos. Solo se salva la Eurocopa 2008, la Eurocopa 2012 y la Eurocopa 2021. Porque llegaron 2 Mundiales seguidos, el de 2010 y el de 2014, cayendo en fase de grupos; y otros 2 consecutivos, el de 2018 y el de 2022, a los que ni siquiera se clasificaron. En 2008 Italia cayó en penaltis contra España en cuartos de final; en 2012 alcanzó la final en la que cayó por 4-0, otra vez ante España; y en 2021 levantó el título en Wembley.

Un título que es un oasis en el desierto. Porque Italia lleva navegando sin rumbo todos estos 15 años, salvando los muebles, cuando ha podido hacerlo, por circunstancias más de otra época que por la evolución propia de su fútbol. Donnarumma fue el MVP de la Eurocopa 2021 y estaba siendo el mejor portero, junto al georgiano Giorgi Mamardashvili, en la presente edición. Eso lo dice todo.
Italia tiene un problema de base en su fútbol. Los jóvenes talentos tienen muchas dificultades para llegar a la máxima categoría del 'calcio' y, eso, a la larga, tiene unas consecuencias en la selección. Es un equipo sin una estrella definida, algo que no es malo si la fuerza del grupo es consistente. Pero ante Suiza quedó claro que Italia no era tampoco un grupo fuerte. Estuvo 90 minutos a merced de los suizos, totalmente superiores y merecedores de la victoria.

No jugaron ni Dimarco por el perfil zurdo, ni Calafiori en el centro de la zaga. Pero reducir los problemas de Italia a estas dos ausencias es simplificar sobremanera el percal por el que navega un equipo incapaz de hacer apenas daño a Suiza, con un solo disparo entre los 3 palos y teniendo su ocasión más clara por un error en defensa rival que casi acaba en autogol suizo.

Spalletti, muy criticado
Entre los más señalados está Luciano Spalletti. El seleccionador, que llegó hace menos de un año al cargo tras la dimisión de Roberto Mancini a las puertas de la Eurocopa -que supuso otra nueva piedra en el camino para la reconstrucción de Italia-, varió de esquema en hasta 3 partidos, suscitando la crítica por dar la sensación de no estar dando con la tecla para hacer funcionar a sus jugadores.
Pero el técnico, que hace apenas un año era el Dios de Italia al haber llevado al Nápoles a la conquista del 'Scudetto' con un fútbol total, está convencido de sus capacidades. Y la Federación Italiana le quiere para construir a largo plazo. «Este revés es solo el comienzo de la 'Era Spallettiana'», explicó.