El Johan Cruyyf se vistió de gala para acoger una noche mágica, el ambiente irradiaba emoción y grandeza, y es que la competición más deseada para las azulgranas volvía a su fortín. Y tras mostrar a su afición el premio que la UEFA otorgó al Barça, el de mejor equipo femenino del mundo, en la pasada gala del Balón de Oro, el engranaje culé se puso en marcha.
El cuadro luso, dirigido por Filipa Patão, se despojó de los demonios de la goleada que recibió el pasado curso (9-0) en este mismo escenario y, luchador, se plantó en el verde dispuesto a inquietar al Campeón de Europa, en el que Mariona Caldentey fue titular y la también mallorquina Patri Guijarro entró en la segunda mitad.
Intenso en los duelos e incansable en las recuperaciones, el cuadro visitante apaciguó las aguas en los primeros compases de partido. Sin desentenderse del esférico, las portuguesas demostraron verticalidad en un par de ocasiones, pero al César lo que es del César, y al Barça, el gol.
El combinado culé, con varias rotaciones en su habitual dibujo, allanó su camino con un tanto de la capitana. Graham Hansen puso todos los ingredientes para una jugada perfecta, y Putellas sirvió un gol de cabeza tras el despeje de una defensora en el min.15 de partido. Así, el Barça se instaló a vivir definitivamente en el área rival, y ya no había marcha atrás para evitar otro vendaval azulgrana.
Putellas también firmó el segundo, cazando un cabezazo de Esmee Brugts sobre la línea de gol, convirtiéndose en la máxima goleadora de la historia del equipo en Liga de Campeones. Justo antes del descanso también hubo tiempo para el tercero; en esta ocasión fue Aitana Bonmatí, quién sentenció el encuentro para un Barça que bailó cómodo en su postal favorita.
Un Barça de costumbres; de goleada en goleada, y de doblete en doblete, Bonmatí puso el cuarto tras los primeros suspiros de una segunda parte sin Alexia, que se marchó con molestias en el descanso, y el Barça instauró su ley en otro plácido triunfo.
En una nueva, nada anecdótica, victoria por todo lo alto de este todopoderoso Barça también fueron protagonistas Graham Hansen, con hat-trick de asistencias, y Oshoala, que entró y besó el santo, marcando el quinto con una estilosa chilena.
En el día en que Pina y Giráldez soplaron velas por sus cien partidos con el Barça, uno en el verde junto al primer equipo, y otro en el banquillo, el cuadro catalán logró tres puntos que le colocan primero del Grupo A en su competición más anhelada. Así, con el primer ladrillo puesto, las azulgranas ya pueden marcar como conseguido el primer reto de una semana exigida, el segundo; este domingo (12:00h) ante su eterno rival y segundo clasificado en Liga F, el Real Madrid, en el Estadi Olímpic Lluís Companys.
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Riesgo innecesario, en el fútbol de verdad, 2 meses sin jugar