El presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears, Pep Sansó. | Jaume Morey

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La Federación de Fútbol de las Illes Balears se personará como acusación popular en la investigación judicial que pueda abrirse por la agresión que el pasado domingo sufrió el árbitro que pitaba el partido de la Copa Juvenil de Menorca entre el Menorca B y el Alaior. El colegiado del encuentro, Santiago Porqueras, ha denunciado los hechos ante la Policía Nacional y este martes ha ingresado en la Clínica Juaneda de Maó por las lesiones sufridas y un cuadro de ansiedad.

En un comunicado emitido este martes, la Federación expresa una «condena rotunda y contundente· de los hechos acaecidos y recuerda que está trabajando en una nueva redacción del código disciplinario para que «ninguna agresión quede impune y para que las sanciones sean proporcionales al daño realizado». El acta del encuentro señala como responsable de la agresión al entrenador del Alaior, extremo que ha sido cuestionado desde el club albinegro.

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El órgano federativo menciona, en concreto, que el cierre de campos, la inhabilitación temporal o a perpetuidad son «herramientas esenciales» para luchar contra la violencia en los terrenos de juego que se pretende erradicar. Su presidente, Pep Sansó, y el del Comité Técnico de Árbitros, Tomeu Riera Morro, han querido desear al colegiado, de solo 20 años, una pronta recuperación.

La personación de la FFIB como acusación popular se producirá en las diligencias previas que se incoen en el juzgado competente en la investigación de los hechos ocurridos. El ente afirma que «respeta los procedimientos disciplinarios» y quiere «preservar la presunción de inocencia de todos los agentes implicados», pero añade que «no puede tolerar ningún incidente violento más».