El jugador de Maó, recibiendo su reconocimiento.

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Sensaciones agridulces y contrapuestas las que está viviendo estos días el centrocampista menorquín del Albacete de Segunda División, Rubén Martínez, jugador totalmente consagrado ya en la categoría de plata del fútbol español. Y es que mientras se veía obligado a ver a su equipo desde la grada en el triunfo ante el Real Oviedo de Sergi Enrich– a causa de una inoportuna lesión–, paralelamente, el jugador de Maó veía reconocida su trayectoria.

Rubén Martínez fue reconocido este sábado por la brillante temporada que cuajó la pasada campaña defendiendo la camiseta del ‘Alba' y que se coronó con el ascenso de categoría. El ‘11' del Albacete Balompié recibió en el palco del Carlos Belmonte el Trofeo Garra que viene otorgando desde la temporada 83-84 la Asociación Cultural Albacete en Madrid y que premia no al futbolista con mayor número de partidos jugados ni goles marcados, sino «al que con más garra se haya empleado en defensa de la camiseta del club a lo largo de cada temporada», según recogen sus bases de elección.

Mientras tanto, Rubén sigue recuperándose día a día de una lesión muscular en el gemelo medial de su pierna izquierda y que lo mantiene apartado del trabajo en la Ciudad Deportiva. «Tendrá un tiempo de baja que dependerá de su propia evolución», dicen en el club.