David Roig | Josep Bagur Gomila

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El liderato, con rango de invicto, que ostenta el CD Menorca en la Liga Regional, que además confirmó con un exuberante ejercicio de contundencia el domingo previo en feudo del Alaior, al que arrolló por 0-3, además de reimpulsar al club de la Avenida Menorca a la cima del fútbol local, necesariamente convierten a su técnico, David Roig Garcías (Palma, 1979), en el entrenador de moda del circuito insular.

Exjugador azulgrana, de formación y bagaje también moldeados en el fútbol de Países Bajos, Roig analiza en estas páginas las causas de la sensacional temporada que hasta la fecha está delineando el Menorca. Y lo hace exponiendo máximo respeto hacia sus rivales y mostrando su total reconocimiento para con la labor e implicación del vestuario. Asimismo, no rechaza que él es «el primer sorprendido» por la hegemonía que está exhibiendo el proyecto menorquinista en los primeros latidos de la liga.

«Sí, soy el primer sorprendido de que todo nos vaya tan ‘rodado'; al comenzar la temporada sabíamos que teníamos un buen equipo, sobre todo por como acabó el curso anterior, con muchas victorias, y que contábamos con una gran plantilla, pero ni en nuestras mejores expectativas podíamos esperar la situación en la que nos encontramos; estamos muy contentos con el trabajo que estamos haciendo», revisa el entrenador del Menorca al ser preguntado por un inicio liguero que, por añadidura, atavía al cuadro azulgrana del rol de principal candidato a conquistar un título que en el Estadi Maonès no celebran desde hace décadas. Aunque él opone sus matices.

«Ni creo que por ganar en Alaior seamos casi campeones, ni queremos ni asumimos el rol de favoritos; sí el de ser un equipo competitivo, después, lo que pase al final de temporada ya se verá», expone Roig, para de inmediato admitir que «ir a Alaior y ganar así, evidentemente envías un mensaje al resto de la liga; la gente sabe que contra el Menorca, tendrán que sudar». «El club no me pide ni me plantea objetivos; cuando firmé, Marcial Pérez no me impuso esta o aquella meta a nivel de competición», prosigue Roig, principalmente centrado en «hacer la mejor temporada posible al margen de los resultados. «Tenía ganas de escapar de etapas formativas, en Holanda ya lo dejé atrás; mi deseo aquí es competir en todos los partidos, hacer un equipo reconocible, que guste, intenso en el campo y con buen trato de balón, que el final son los aspectos que comprenden la filosofía del Menorca», abunda el técnico.

Cuestionado por la gestión del estado de euforia que en estos días se ha desatado en el Estadi Maonès y sus aledaños, Roig reflexiona en que «las expectativas que se generen fuera del club no las podemos controlar; sé lo que tenemos entre manos y estoy tranquilo, pues veo como trabaja el grupo, su auto exigencia… y si la euforia ayuda a contar con un mejor ambiente, en ese sentido, mejor».

Eso sí, el técnico de origen mallorquín sugiere que «mejor no marcarnos objetivos muy grandes o más allá de lo que puedas conseguir, porque luego, si no los alcanzas… nuestras expectativas se centran en trabajar día a día, el objetivo no puede ser ascender, sino trabajar con seriedad, ser felices en el día a día, y al final, ya se verá cual es nuestro límite; los resultados deben ser una consecuencia del trabajo».

La gestión de la covid es otro factor con el que deben convivir los técnicos. «Toca adaptarse; hemos tenido algún caso positivo, pero ningún brote, los jugadores son responsables y por ejemplo, en los últimos partidos ni cogemos vestuario, la charla la hacemos fuera», apunta.

Por último, planteamos a Roig sobre qué equipos, en su parecer, combatirán el liderato con el Menorca. «Alaior, y creo que Migjorn y Unión, a pesar de su mal inicio, estarán ahí, el Ferre está en buena dinámica... la liga menorquina es complicada, cualquier rival te exige máxima consistencia», termina David Roig, el líder en la banda del líder de la liga.