En el seno del Penya confían en repetir esta imagen de euforia y felicidad. | Josep Bagur Gomila

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Pese a que la clasificación marque todavía que son el farolillo rojo de la competición de la Tercera Balear, soplan vientos de recuperación y de hambre en el Municipal de Son Marçal. Primero, porque en estos últimos encuentros? pese a la derrota en Calvià (3-1)?, la imagen ha mejorado y mucho, recordando al mejor Penya del curso pasado, ya con el preparador de Es Mercadal, Pere Vadell, de capataz. Y segundo, por las llegadas del portero David Moll y sobre todo del veterano defensa central, Biel Medina, jugador de una calidad incuestionable y que a parte en Magalluf ya ejerció de veterano.

Y además, echando mano ya a la calculadora en el seno peñista, son muy conscientes que, pese a lo mal que ha ido esta primera vuelta en cuanto a resultados y el cúmulo de lesiones y contratiempos en la plantilla, son conscientes en el Penya que si este sábado se gana en casa al Esporles, se irán a comer los turrones a tan sólo dos puntos de la permanencia. Y es que el rival de este fin de semana en el partido que cierra este 2016 y abre la segunda vuelta en Tercera, está cuarto por la cola, en el corte del descenso, con 12 puntos, por 9 del Penya.

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