Los jugadores del Alaior celebran el gol de Jona | Javier Coll

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El gol se cotiza al alza en las eliminatorias previas a la final 2016-17 de la Copa de Regional Preferente. La prudencia y el «queda la vuelta» de rigor maniataron la alegría ofensiva, si alguno la tuviere, en pos de acceder de forma más directa al partido definitivo de la, ahora sí, competición del K.O.

La cautela imperó en las cuatro propuestas de juego -«chicos, la portería a cero»- y convirtió el primer asalto en una suerte de culto a la racanería y al «vuelva usted mañana» para resolver el enigma. La apuesta por el resultado, propio de este tipo de competiciones, reforzó, sin embargo, el plus de emoción que aguarda a las cuatro aficiones este sábado.

Un solitario tanto subió al marcador tras los ciento ochenta minutos, más el añadido, jugados entre los dos partidos de ida celebrados el pasado fin de semana. El Alaior, y concretamente Jona Seguí, asestó el primer golpe al Sporting de Mahón cuando la cita rozaba la conclusión (minuto 88) y llevaba camino de cerrar la puerta con el mismo resultado que veinticuatro horas antes habían firmado Sami y Unión (0-0). Igual, en el próximo envite, un gol basta a cualquiera de los cuatro protagonistas para alcanzar uno de los dos puestos en la final.

De momento, los guarismos de estos dos partidos de ida de las semifinales de Copa suponen el resultado global más bajo -un gol- desde que se estableciera este formato hace tres temporadas. En 2014, Sant Lluís y Sporting empataron a uno y el Sami se impuso por la mínima al Ferreries (1-0). Tres goles. En la edición de 2015, el Sporting prácticamente noqueaba al Sant Lluís en Ses Canaletes (0-3), mientras que Sami y Alaior representaban un entretenido 2-2. Siete goles.

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