El Penya no consigue levantar la cabeza y el parcial que lleva en su contra es más que preocupante. De los últimos treinta puntos no ha conseguido sumar ninguno, es decir, diez derrotas consecutivas. Aparte del nuevo KO en Son Marçal, la peor noticia tuvo lugar en la primera parte. El joven lateral Joan Sabater tuvo que ser sustituido al lesionarse en la rodilla y el primer pronóstico no es muy halagüeño.
Los hombres de Pere Vadell lo dieron todo sobre el rectángulo de juego, pero de nuevo sus fallos defensivos fueron claves para que el colectivo de Jaume Mut se llevara los tres puntos. La derrota fue cruel, de las que más duelen. Cuando el capitán Llonga había conseguido anotar el 2-2 a falta de cinco minutos para el final, y además Xavi había errado una pena máxima, en el minuto 90, Jordi anotó el definitivo 2-3 aprovechándose de la endeblez defensiva de la zaga.
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Soy una persona a la que le gusta el fútbol, nunca me meto con nadie ni digo nada, pero visto lo visto esta semana no puedo callarme. Siempre he creído que los árbitros han de ser profesionales y neutrales, pero eso solo se dice de palabra, porque a la hora de la verdad, demuestran que no es así. El sábado fue la gota que colmó el vaso cuando ves que luchas, lo das todo, pero que lo haces a contracorriente por el penoso arbitraje con el que te roban el partido. Con eso no puedes luchar y te ves impotente, parece que nos quieren eliminar sin más. Sólo pido a los jugadores que sigan luchando, que no se desmoronen y que a pesar de todo demuestren que saben jugar y levanten los ánimos ya que tienen todo nuestro apoyo y el del club. Y que a pesar de los baches, zancadillas, lesiones, conseguiremos seguir adelante. Muchos ánimos al equipo.