El conjunto albinegro persigue un debut esperanzador de cara a la devolución de visita por parte mallorquina el próximo domingo en Los Pinos. Sabe que debe ser el Alaior de todo el año, el equipo que ha base de intensidad, carácter y buen fútbol, ha sacado sus compromisos adelante porque, como dice su técnico, Julián Calzada, «no tendría sentido cambiar ahora». El exfutbolista madrileño apunta que «vamos con mucha ilusión pero a sabiendas que será una eliminatoria compleja en el sentido de que es una fase que te mides a rivales potentes y que no has competido contra ellos».
Sobre el Génova, el preparador apunta que «es un rival aguerrido que lleva todo el año entre los ocho primeros en su liga, no ha tenido muchos altibajos. Tiene juventud y cuatro o cinco veteranos en su plantilla, aprovechan bien las dimensiones de su campo y son peligrosos en el uno contra uno». Sebastià Llaneras, técnico del cuadro palmesano, concedía cierta ventaja al Alaior por tener «jugadores más experimentados» hecho que Calzada no contempla, «no somos favoritos, creo que el único factor es tener el segundo partido en casa, pero en este tipo de eliminatorias puede pasar de todo». Y en este tipo de enfrentamientos lo que cuenta es marcar, regresar habiendo visto puerta adversaria, algo que el exfutbolista alaiorense reconoce pero matiza, «marcar es importante, sí pero más es que la eliminatoria sea a 180 minutos, hay que dejar opciones cara a la vuelta» sentencia. La ilusión por afrontar un reto de estas características anida en la expedición albinegra –compuesta por toda la plantilla, algunos directivos y aficionados– que partió este sábado hacia Mallorca por vía marítima.
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