Imagen del equipo juvenil del Menorca durante un entrenamiento; el proyecto de Tom Blanco tendrá en el conjunto sub 19 su máximo referente | Gemma Andreu

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Antonio 'Tom' Blanco se perfila como futuro presidente del CD Menorca. Exjugador del club –desfiló y destacó por todas sus categorías en la posición de portero, además de ejercer como directivo y desempeñar el cargo de técnico en equipos de cantera– y perteneciente a una familia de considerable arraigo dentro de la entidad azulgrana –su abuelo, Antonio Blanco Pons, presidió el club en tiempos de la postguerra–, Blanco será el primer rostro de un grupo humano que a partir del próximo mes de julio, de no surgir alguna otra alternativa que obligue a convocar el proceso electoral, reemplazará al actual mandatario, Ángel Río, al frente de la entidad, según confirma el propio exguardameta en estas páginas.

«Estamos en marcha», desvela Blanco, que durante los últimos meses ha llevado a término diversos encuentros y reuniones con diversas fuerzas del club y su entorno con el propósito de diseñar su plan de acción, el cual tendrá en «la cantera» su piedra filosofal.

«La idea es apostar por la base, el equipo juvenil será nuestra referencia, y nos gustaría, si es posible a medio plazo, regresar a División de Honor. Y no descartamos nada en cuanto al regional», expone el futurible al sillón azulgrana. Blanco, cuyo nombre figura en la actual relación de directivos –si bien no ha ejercido en los últimos tiempos por motivos personales– trasladó a Río sus intenciones, con las que comulga el todavía presidente, cuyo pensamiento era cesar en el cargo al concluir la actual temporada.

Blanco, que por el momento rechaza anunciar quiénes formarán en su grupo de trabajo, sí desvela que «una parte provendrá de la actual junta», más otra gente del Menorca «de siempre que regresarán», anota. Considera a Marcial Pérez, responsable de la cantera, «una pieza muy importante» en su proyecto, que destacará «por tratar de optimizar al máximo nuestros recursos» y por «no ser presidencialista; yo seré uno más», dice, mientras derrama «máxima ilusión» por incursionar en una nueva faceta en «mi club de siempre», y que además, dentro de cuatro años, celebra su primer centenario, «otro motivo que ilusiona», termina Blanco, un ejemplar de sangre azulgrana que en pocos meses se estrenará, de no surgir extraños, en un cargo ocupado por su abuelo paterno siete decenios atrás.