Forjado en su factoría, Mateu Ferrer sabe que su retorno lleva implícita la obligación de rescatar la plaza perdida en Segunda B. | MIQUEL BORRAS

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Una vez más se cruza en el trayecto del Mercadal. A los pocos meses de dirimir ante el cuadro rojiblanco un partido fundamental por un lugar en la fase de ascenso a Segunda B, entonces con la elástica del Constància y que preludió el histórico colofón del curso 2015 para el equipo centro insular, Mateu Ferrer, el 'killer' por excelencia del circuito balear, reitera de nuevo como amenaza para el conjunto que dirige Lluís Vidal, ahora como máxima figura de un Mallorca B diseñado para ascender.

Pichichi el pasado año con el cuadro de Inca, los 14 goles convertidos en el primer tramo de curso  con el filial bermellón confirman que su  hegemonía en el área sigue sin admitir discusión. Y Mateu espera, tras una semana sin jugar por sanción, que su idilio con la red se prolongue el domingo en Sant Martí (12.30 horas), en una cita cumbre entre el Mercadal y el Mallorca B, tercero y primero respectivamente. Liderato en juego en un cruce que pese a su prontitud puede no solo auspiciar un acelerón del vencedor, sino incluso condicionar la dinámica inmediatamente posterior de ambos.

«Mercadal siempre es un campo difícil, pero nos sentimos bien. Hemos conseguido quebrar la irregularidad de los primeros partidos y tras ganar en Formentera, hacerlo también allí nos daría mucha más confianza», comenta Mateu para Es Diari.

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