Domi buscó el gol en un Sant Martí expectante y lleno | Kika Triay

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Competir era el objetivo, el reto para el Mercadal ante un rival desconocido, de otra liga, al que le puso rostro sobre el propio rectángulo de juego. El conjunto rojiblanco despejó la incógnita con nota, estuvo a la altura que requería la ocasión para embolsarse un triunfo mínimo pero esperanzador ante un Gernika tremendamente físico. El conjunto vasco exigió un derroche sobresaliente a los de Lluís Vidal que no se arrugaron y encontraron el camino del gol que les permite soñar con pasar de ronda y trazar el mismo recorrido que realizara el extinto Sporting Mahonés en 2009, el último menorquín que participó y con éxito en estas eliminatorias.
Con los pies en el suelo, en el seno mercadalenc se respira cierto optimismo a la vez que se ha duplicado la dosis de moral tras el 1-0. En este sentido, el centrocampista Marcos Vaquero habla de «sensaciones muy positivas, el trabajo de equipo fue increíble, nos vaciamos como nos pidió el míster ante un rival muy físico y lo más positivo fue el marcador que logramos».
Sobre la vuelta, en Urbieta, el futbolista, que está cuajando una gran campaña, apunta que «será complicado, los diez minutos finales que hizo el Gernika lo harán desde el principio, no nos dejarán respirar, tendremos que hacer un esfuerzo doble pero creo que tendremos espacios y nuestra mentalidad deberá ser tener cabeza fría y tranquilidad». Volver a estar en el bombo es la ilusión del colectivo de Sant Martí, «hemos llegado a los play off en un buen momento de forma, tenemos el 1-0, sabemos como juegan, tendremos nuestras opciones» asevera Marcos.


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