El Sporting Mahonés, rey de la fiesta

Ramón Finestres y el fallecido 'Chicha' Tudurí fueron otros de los protagonistas en ese sentido y en alusión al curso del 62. Al margen, el homenaje póstumo a Bernat Pons Casals y la entrega de material de valioso componente emotivo-histórico para el Museu, completaron el programa de una reunión que concentró a numerosos rostros del pasado y del presente del fútbol insular y a la totalidad de clubes locales. El conseller d'Esports, Juanjo Pons, y la alcaldesa de Alaior, Misericordia Sugrañés, acudieron en representación institucional.

Con el recordatorio a la memoria del expresidente del CE Alaior y de la propia AHFM, Bernat Pons Casals, fallecido en verano de 2013, se inauguró el acto, conducido desde el micrófono por Nicolàs Andreu. Se entregó a su viuda e hijos el pergamino de Reconocimiento Honorífico. Posteriormente, se procedió al plato fuerte de la jornada, el reconocimiento a siete 'Históricos' de nuestro fútbol sobre una criba de 21 nombres relativos en exclusiva a las campañas 61/62 y 86/87. Así, Ramón Finestres, excentral de la UD Mahón, Sabadell, Manresa y Figueres, entre otros, fue investido el mejor jugador de Menorca de aquella temporada, superando en la elección a Pito Pérez y Joan Melià. Ausente en la gala por motivos personales, uno de sus nietos recogió el galardón. El exmeta del Menorca y Unión, el finado 'Chicha' Tudurí, fue escogido mejor portero del 62. También su nieto recibió el premio, dando lugar a una emotivas palabras para evocar al 'héroe de Arechavaleta'.

Relativo a la temporada 86/87, predominó el color blanquiazul, el del Sporting Mahonés, campeón de Tercera División con ascenso a Segunda División B en aquel ejercicio. A excepción de la entregada al mejor árbitro, de protagonismo sportinguista sobresalieron las restantes distinciones. Vicente Engonga fue nombrado mejor jugador. Ignasi Vinent como cacerbero más destacado, Epi Medina en la faceta de entrenador más notable y el expresidente, ya desaparecido, Gaspar Melsión en calidad de mejor directivo, completaron la 'tiranía' del otrora primer club de Maó en las votaciones. El que fuera colegiado en Segunda División B, Joan Capó Olives, fue nominado mejor árbitro de aquel año 87.