Ha querido el caprichoso calendario que el Menorca de Juan Romero descorche en casa su segunda temporada consecutiva en la División de Honor con uno de los partidos más sugerentes para la afición. Visita el Estadi Maonès un auténtico cinco estrellas, el RCE Espanyol, por razones obvias, llamado a ocupar un año más las posiciones de privilegio de este selecto campeonato. En la primera jornada obtuvo un rotundo 4-2 ante el Sant Andreu aún estando lejos de su mejor tono.
Será, por tanto, todo un reto para Juan Romero y sus jóvenes jugadores que se mostrarán por primera vez en partido oficial ante su afición después del arranque interrumpido de la semana pasada debido a la suspensión de su encuentro ante el Badalona debido a la lluvia cuando se llevaban 50 minutos de juego y el marcador señalaba empate a cero.
Quizás ese mismo resultado sería un buen botín este mediodía, a partir de las 12.00, en el Estadi Maonès aunque Romero no piensa en ello. "Nosotros vamos a jugar siempre igual, también en casa porque somos conscientes que hay que hacerse fuerte ante nuestros aficionados y que la salvación pasa por lo que sumemos aquí aunque también puntuemos fuera".
El técnico mahonés admite que este partido "genera mucha ilusión en todos, afición, equipo y directiva", aunque también indica que "es un rival de mucho calado y, por tanto, todo un reto para empezar y saber como estamos ahora; nuestro opción pasa por intentarlo, al menos".
Romero destaca al Espanyol como un equipo "muy intenso, que presiona, con laterales que suben y un mediapunta, Marc, y un ariete, de mucha calidad".
¿El mismo once?
El entrenador, muy probablemente, repetirá el mismo 'once' que iba camino del empate en Badalona. Los convocados son: Fernando, Xavi, Biel, Moll, Dani, Aleix, Marcel, Izan, Iborra, Casasnovas, Luis, Ricki, Tòfol, Eric, Juan Carlos, Martínez y Serra de los que descartará a uno antes del choque. Todos sus hombres están disponibles.
En el otro bando, David Gallego, técnico del Espanyol se muestra cauto ante este desplazamiento a la Isla y asegura que cualquier buen resultado de su equipo en Maó pasa por la intensidad que pongan sus jugadores rechazando así el papel de favoritos. "Muchas veces en el partido no pasa nada de lo que te esperas; lo que queremos es que el equipo interprete bien lo que se le pide y juegue bien al fútbol. Si hacemos esto es más fácil que nos sonría el resultado. A veces puedes estar más o menos acertado pero lo que es innegociable es la intensidad y siempre la hemos de tener".
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