Héctor. El delantero del Mercadal trata de alcanzar un balón con la oposición de un rival - Paco Sturla

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Se dijo antes del partido que el Mercadal se jugaba ante el Ferriolense algo más que tres puntos y posiblemente fuera cierto porque un triunfo habría serenado mucho los ánimos, hubiera sido un notable suma y sigue a la reacción apuntada con la victoria a domicilio en Son Ferrer, y consolidado una posición mucho más cómoda en lo que concierne a la tabla clasificatoria.

Sin embargo, no se logró por completo el objetivo, el resultado y la actuación del Mercadal fueron más bien decepcionantes (2-2), aunque se puede extraer el lado positivo en que se crearon ocasiones de gol que cuesta Dios y ayuda concretarlas, se sumó un punto más y se mantiene la diferencia de siete sobre los de Son Ferriol, además del punto añadido por el gol average.

La decepción vino porque los aficionados esperaban algo más -bastante más- de los locales, y los primeros compases del encuentro vinieron a darles la razón en su esperanza. Apretó el Mercadal desde el principio y tras una oportunidad de Jeroni, vino un gran remate de Héctor que Borja desvió a córner. Fue el germen del primer tanto, porque lo sacó extraordinariamente Barber logrando un gol olímpico que se coló limpiamente en el ángulo contrario.

Corría el minuto 14 , y poco después el propio Barber estuvo a punto de repetir su proeza con otro centro tan cerrado que llenó de pánico a Borja, pero se repuso y atajó el siguiente trallazo de David Camps. Todo parecía seguir el guión previsto, pero algo extraño le ocurrió al Mercadal. Sorprendentemente perdió de golpe la frescura anterior y permitió al Ferriolense recuperarse del golpe inicial. Aunque no daba la impresión de generar peligro éste se materializó en una internada de Menut que cruzó el balón a la red antes de que lo remachara Peset ala media hora de juego.

La inquietud desplazó a la confianza y ésta se desmoronó cuando en el 39 el arbitro señaló un muy discutible penalty por una caída de Soriano en el área, cuando dio la impresión de que el jugador había agotado ya sus recursos y aprovechó el mínimo roce para dejarse caer. Fede lo transformó en el inexplicable 1-2 con el que se llegó al descanso.

El segundo tiempo tuvo solo color rojiblanco, no por el mejor fútbol que sabe hacer el Mercadal, ni mucho menos, sino por el dominio, las ocasiones y casi la certeza de que el marcador se volvería a mover. Lo tuvo David Más tras una gran jugada, pero falló lamentablemente en el remate (49´), le siguió Jeroni en un corner en el que el balón merodeó la linea de gol, pero no la traspasó (64´), pero el empate llegó por fin en el 71´ por mediación de Lacueva, que había entrado tres minutos antes, y que concretó un buen pase de Héctor.

Había tiempo para más. La grada empujó y se sublevó contra algunas decisiones arbitrales, pero no pudo ser. Pulido casi lo logró ( 78´) después de evadirse del portero y rematar de forma inexplicable fuera. Unos y otros lo intentaron ante un rival panza arriba, pero el Mercadal no tiene ahora el hombre gol que le protagonice las heroicas remontadas de temporadas anteriores…