Paco Segarra no camina solo

Otra de futuro: no quieren que la plaza de Segunda B salga de Menorca, y eso implica, tal y como explicó el presidente Segarra, dar su aprobación para dar los pasos hacia "el proyecto de hacer un Menorca Club que forme una institución global que pueda competir en Segunda B a partir de un plus en las cuotas de socio de cada club de la isla. Es una decisión histórica".

La masa social sportinguista conoció de primera mano la mala situación económica del club (ver cuadro adjunto) a través del directivo Jose Pons, quien, junto con Segarra, atribuyó la crisis "a un claro desfase presupuestario a causa de no saber ni cuanto ni cuando iban a pagar las instituciones", recordando las promesas no cumplidas por los políticos.

Recordó también que "Segarra, en el tiempo que lleva en el club, ha aportado 1.128.762 euros", algo que el presidente remató diciendo que "es el límite" y reconociendo después que "si no se hubiera aprobado el último punto, me voy a mi casa". Los socios reconocieron reiteradamente ese esfuerzo incluso con aplausos.

Unanimidad y crítica

Los socios presentes aprobaron los cuatro puntos de la Asamblea. Tres de ellos sin ninguna crítica (el estado de las cuentas y las aportaciones del presidente; que todos los socios paguen 5 euros de entrada en los partidos de Bintaufa; y cobrar los palcos y localidades que no se cobraron por la obra que no se hizo) y el último, el de la venta de la plaza a alguien de fuera, sí tuvo más respuesta.

Fue en el último punto cuando hubo las primeras aportaciones. Quedó claro que los socios lo apoyan para que la plaza no salga de Menorca y que la medida económica resultante de ello -sufragar nóminas de jugadores y gastos- lo asumen los socios como mínimo durante los dos próximos meses, con una derrama mínima de 50 euros, con lo que se busca recaudar 40.000 euros para pagos inmediatos mientras se da margen para ver la respuesta de las instituciones y de un patrocinador para el club.