Pavlin Ivanov, en acción de bote, protege el balón con el cuerpo ante la marca de un rival.

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El Hestia Menorca inicia en la tarde de este sábado su segunda temporada en Primera FEB, antigua LEB Oro, en una jornada inicial en la que se mide al resguardo del Pavelló Menorca con el recién ascendido Caja Rural CB Zamora (19.30 horas).

Una temporada que lógicamente en su preámbulo evoca grandes ilusiones, como procede a estas alturas de curso, más si cabe tras la tranquila y sosegada permanencia que el colectivo que entrena Javi Zamora selló en su campaña de estreno en la categoría, lo que no esconde, por otra parte, que esta primera cita frente al equipo castellano-leonés se presuma de lo más incierta.

Tanto por la condición de equipo debutante que acredita el adversario, como por la evidente metamorfosis que ha experimentado el Menorca en relación al curso anterior. También por el hecho de que nos hallamos en una primera fecha de liga la cual, al margen del potencial que pueda reunir cada rival, complica el poder calibrar en qué momento, respecto a lo que será su rendimiento y evolución a lo largo de la temporada, sobreviene el partido.

Variaciones

Concerniente al Hestia Menorca, es obvio que responde por ser un equipo con importantes variaciones en parangón al año anterior, sustancialmente por la marcha del base norteamericano Clevin Hannah, que ahora juega en los Halcones de Xalapa mexicano que entrena el exMenorca Bàsquet Paco Olmos, y del interior serbio Oliver Stevic, quien ha emprendido rumbo al Obradoiro con el objeto de prolongar un poco más su extensa y brillante carrera (y por tanto, regresará a la Isla como contrincante).

Como subsanará Javi Zamora el verse desprovisto de dos elementos que tanto dieron al equipo y tan determinantes en la consecución de los objetivos en la campaña previa, es uno de los grandes jeroglíficos que subyacen en las horas previas a que el balón se eche al aire en el Pavelló Menorca.

La pretemporada, que ha entremezclado rivales de diversa categoría y amistosos con partidos de la Copa España, si ha de servir como muestra, no se advierte precisamente como un buen augurio en referencia a un Hestia Menorca que solo ante el legendario Pallacanestro Varese italiano, en el marco del IV Estrella Damm Ciutat de Maó de hace un par de semanas, exhibió la versión de equipo más aproximada a lo que espera su afición. El único partido ante un rival de ‘su’ liga ocurrió hace una semana, ante el Amics Castelló que capitanea el base menorquín Joan Faner, que derrotó con autoridad al cuadro menorquín, por lo que las expectativas, aun a pesar de la etiqueta de debutante con que se atavía el Caja Rural Zamora, deben ser no exageradas y sí moderadas desde la óptica menorquina.

Otra circunstancia que no se puede omitir de la radiografía del Hestia Menorca 2025 es la elevada dosis de juventud que reúne su nueva plantilla, por lo que al lógico periodo para encajar piezas, en ciertos casos debutantes en el baloncesto español, cabrá agregar otro en alusión a que será, se espera, un equipo que irá de menos a más, que crecerá durante la temporada, y no de rendimiento inmediato. A priori.

Un crecimiento, eso sí, que deberá ir aparejado de la consecución de resultados, empezando por el compromiso de esta noche; en casa y ante un recién ascendido se debe ganar. Asimismo, el Caja Rural CB Zamora, de estreno en Primera FEB, es un enemigo no muy añejo del equipo insular, en tanto que le dejó atrás en las eliminatorias de LEB Plata de 2022. Cobrarse esa deuda, aunque sea simplemente para equilibrar la estadística histórica entre uno y otro equipo, debe ser otro estímulo, tanto para el equipo menorquín como para el ‘sexto hombre’ que es su insobornable afición, y que sin duda desde hoy mismo debe tomar conciencia de la relevancia de su papel.

Con todo, y más allá de lo que desprenda la lógica y la condición de equipo neófito del cuadro zamorano, derrotarle apunta a ser no fácil empresa. En suma, un estreno de lo más incierto en el año II del Hestia Menorca en Primera FEB.