Como informó hace algunos días este diario, Villalonga, de quince años de edad, canterano del CCE Sant Lluís y un asiduo en las selecciones autonómicas de formación, despertó hace cierto tiempo el interés de la entidad manresana, que le situó bajo su radar y con cuyo equipo cadete disputó el selecto torneo internacional del Sant Josep de Badalona, hace escasas semanas, a modo de prueba.
En el mismo, Villalonga, que tuvo una gran actuación en la final contra el Barça, terminó por convencer a los técnicos del club del Bages, que a partir de ahí entablaron conversaciones con el entorno familiar del jugador con el objeto de reclutarle, lo que se ha materializado en un acuerdo formal en el decurso de la presente semana.
Operación
El trato, de momento, es para una temporada, la presente 2024-25, en la que el jugador menorquín integrará el equipo cadete del Manresa y cursará estudios de cuarto de ESO en un instituto de la localidad catalana, en el que además están matriculados otros canteranos del club, lo que en principio contribuirá a acelerar el proceso de adaptación a su nuevo hábitat.
Villalonga emprende dentro de 48 horas, este lunes, rumbo a la localidad manresana, y de inmediato empezará con sus obligaciones académicas y a entrenar con su nuevo equipo y compañeros, todo ello después de instalarse en el piso tutelado que el club catalán pone a su disposición, en el que residirá durante este curso.
Por otra parte, desde el entorno más cercano del jugador formado en el CCE Sant Lluís entienden que este trasvase desde Ses Canaletes a Manresa supone una gran oportunidad para su ya excanterano, pero que en ningún caso eso debe implicar un plus de presión.
Desde la familia del jugador también valoran que el chico disfrutará de una experiencia, tanto vital como deportiva, que le resultaría totalmente inviable de vivir en caso de continuar en la Isla y que en adelante, en función de su progresión, ya se verá también cual puede ser su proyección. Recordar, por otra parte, y sin que ello pretenda una comparativa, en tanto que cada jugador traza su propio camino, que fue en Manresa donde recaló Sergio Llull, también a los quince años de edad, para abundar en su progresión y posteriormente convertirse en jugador profesional.
Ahora es el turno de Miquel Villalonga, otro talento menorquín en la cantera del Baxi Manresa de Liga ACB.
El apunte
«Combina aptitud y actitud», dice Escala
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