Fin a la racha
La visita del equipo colegial, sexta que rindió a la Isla con motivo de una partido oficial, fue la primera para confrontar con el Hestia Menorca (las cinco anteriores, siempre en el marco ACB, le emparejaron con el antiguo Menorca Bàsquet), y en función de su recorrido esta temporada, quizá vaya a ser la última en mucho tiempo, puesto que Estudiantes es líder desde hace varias jornadas y se está mostrando como el equipo más sólido hasta el momento (y con margen para seguir creciendo a medida que vaya recuperando lesionados). Su victoria en Maó, que tuvo en el papel protagónico al venezolano Michael Carrera (18 puntos y 11 rebotes), además, implica el fin a la racha de tres victorias consecutivas con que el Menorca se presentó al partido (su mejor dinámica desde que aterrizó en la liga). Por contra, el ‘Estu' eleva a seis seguidas su lapso, abierto, de victorias (solo Leyma Coruña, asimismo inmediato perseguidor estudiantil en la clasificación, a un partido de distancia, mejora esa estadística, con nueve victorias consecutivas).
Margen
Pese a perder contra el coloso estudiantil, en un duelo que reunió en Bintalfa a más de 2.200 espectadores (siendo Día del Club y televisado), el Hestia Menorca conserva el margen de dos partidos en relación a la zona de descenso, idéntica ventaja de la que disfrutaba con antelación a que empezara la jornada del pasado fin de semana, debido a que también cayeron el Amics Castelló de Joan Faner (contra el Força Lleida, 92-98), que es antepenúltimo clasificado (5-15), y el Cáceres (99-72 en pista del Real Valladolid), que es penúltimo (también, 5-15).
El Menorca se mantiene en décimo cuarto lugar (7-13), igualado con el Grupo Alega Cantabria de Agustí Sans, que le precede en la clasificación (el acento menorquín en la lucha por la salvación, es incuestionable), y Fuenlabrada, que reside justo un puesto por debajo. El Rioverde Clavijo, último, también perdió, ante HLA Alicante (69-86), y ya advierte una brecha de cuatro partidos respecto a la permanencia (3-17).
Oliver Stevic
El pívot serbio volvió a emerger como líder y jugador fundamental del Hestia Menorca, convirtiendo 18 puntos ante el equipo estudiantil, a los que añadió 13 rebotes (récord de la jornada), para una valoración total de 28 créditos, la más alta del partido. Al margen de sus cifras, Stevic desplegó e hizo gala de nuevo de su intransferible inteligencia y astucia en la cancha. Una lástima que el trío arbitral, al igual que sucedió con Víctor Arteaga (17 tantos y 9 capturas el conquense, que brindó una segunda mitad para enmarcar), le cargara rápidamente de faltas. De estar más liberados en ese sentido, tanto él como Arteaga, la lectura y desenlace del partido bien podrían haber sido otros. De hecho, además de tener que sustituir y sentar a sus dos pívot titulares más de lo que las necesidades del encuentro sugerían, a causa de esa carga de faltas, Javi Zamora se vio obligado a promover una defensa zonal durante muchos minutos, también para proteger a su interiores, a los que se castigó en demasía.
Tiros libres
En un partido que pasó de un ritmo de anotación casi frenético (17-25 al término del primer cuarto) a otro mucho más contenido, para concluir siendo una cita de guarismos no muy elevados, 67-75 (con certeza, se enfrentaron en el Pavelló los dos equipos que menos puntos reciben de toda la liga), la diferencia, abismal, en los tiros libres, se tornó un factor fundamental sin duda (8 de 10 lanzó el Menorca; 21 de 29 Estudiantes). En ese orden, especialmente incomprensible resultó la quinta falta que se le señalizó a Arteaga, y más todavía la técnica con que inmediatamente después se castigó a Javi Zamora, que fue la segunda del encuentro e implicó su descalificación.
El próximo
Otro partido disputará el Hestia Menorca durante este mes de febrero, que será este sábado contra el San Pablo Burgos, en pista castellana, tras lo que deviene un parón, propiciado por la primera ventana FIBA de 2024 (la liga se reanuda el 3 de marzo contra el Gipuzkoa). El equipo burgalés, forjado para luchar por el ascenso a la ACB, no reside en su mejor momento, lo que sin duda favorece la coyuntura del equipo insular. Después de un primer tramo de curso en que se mostró como un conjunto realmente imparable, llegando a encadenar 12 victorias consecutivas, el San Pablo Burgos empezó a decaer en las últimas jornadas de la primera vuelta, lo que le costó su presencia en la final de Copa, inercia que no ha sido capaz de revertir plenamente en los primeros compases de esta segunda vuelta. De hecho, recibirá al Menorca después de perder (104-103 en A Coruña) y habiendo ganado solo dos de sus últimos siete partidos.
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