A estas alturas de la temporada y cuando todavía queda mucho por cocerse en la LEB Oro 2023-24– si bien es verdad que lo que cuenta a nivel clasificatorio son las victorias en esta liga tan dura–, las sensaciones en la derrota también cuentan. Y con esta premisa se quedaron este domingo en el Hestia Menorca– también su fiel parroquia que acudió a Bintalfa–, tras perder en el cara o cruz amargo frente al Tizona Burgos (77-78). Un nuevo tropiezo de los hombres de Javier Zamora que invita al optimismo ya que los menorquines tuvieron las mismas opciones que el conjunto de David Ocampo de llevarse el gato al agua, aunque esta vez salió cruz. Eso sí, un Hestia que sí tiene otra pinta, como se pudo ver en la victoria en la pista del Oviedo Baloncesto y se confirmó frente al cuadro burgalés, enseñando el camino a seguir para el desafío claro y único de la permanencia.
En la derrota dominical en el penúltimo encuentro como locales del 2023, antes de jugar en Cantabria este viernes y cerrarlo el día 30 en el Pavelló Menorca ante el Cáceres, se pudo empezar a divisar a un nuevo Hestia; el que compite cara a cara los encuentros y con opciones de triunfo, mostrándose tan fuerte como siempre atrás y de cada vez más coral, solvente y atrevido delante y en todas las parcelas ofensivas. El ‘nuevo' juego interior de los menorquines ha terminado por dinamitar el potencial y equilibrio ofensivo y reboteador de los de Zamora, con el flamante MVP, Víctor Arteaga– parece ser que recuperado del todo de las molestias en la espalda–, y la llegada de su pareja de baile, Oliver Stevic, una amenaza de espaldas a canasta, en el rebote y con un máster en la pintura. Un juego entre poste alto y poste bajo que ya dio sus frutos el domingo, posteando abajo Stevic y Arteaga bloqueando en la botella.
Con este poderío interior en ataque del Hestia y a pesar de sus problemas para defender a interiores versátiles y alejados de la canasta, llegan otras buenas noticias, relacionadas directamente. La recuperación del lesionado Eric Demers y un Jacob Grandison cada día más con un rol más establecido y pidiendo a gritos quedarse hasta finales de año. Toda esta amenaza en ataque, agradecida por Clevin Hannah, de cada vez más liberado y menos obligado a tener que jugársela siempre él.
Equipo tipo más definido
Un Zamora que, pendiente de las prestaciones de Tom Digbeu, va encontrando su equipo tipo y con el que, por ahora, de cada vez rota menos, en busca de consistencia. Ya en Oviedo, y en Maó, ha jugado con apenas seis-siete hombres: su teórico cinco titular, junto a Pol Molins, Omar Lo y Emil Stoilov, como primeros recambios y segunda unidad. La próxima estación, Cantabria.
El apunte
Un Cantabria de Sans alicaído, el siguiente reto
3 comentarios
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SpidermanSe trata de ir adaptándose a la nueva categoría e ir mejorando semana tras semana. No todo se resume en victoria o derrota. Lo importante es que se observa el crecimiento del equipo y que todo empieza a funcionar. Están por el buen camino y más temprano que tarde llegarán los buenos resultados, pero como en la vida, todo lleva su proceso.
Pueden mejorar lo que sea, pero mientras piten arbitr@s como l@s del domingo no ganamos ni jugando solos, que vergüenza de arbitra.
ALAS??? SI SIGUEN SIN GANAR.....EN FIN....LA MEJORIA DE HABERLA DEBE PLASMARSE EN RESULTADOS..NO EN JUGAMOS COMO NUNCA PERDIMOS COMO SIEMPRE