Las gradas del WiZink Center vieron la octava victoria en otros tantos partidos disputados por el conjunto merengue, hasta el momento, en esta competición. Ni siquiera necesita el encuentro que aún tiene aplazado, frente al Maccabi Tel Aviv, para seguir en la cúspide del torneo.
El rodillo de los merengues dejó en mera anécdota el parcial 2-5 con el que saltaron a la cancha los visitantes. El par de canastas del pívot Donatas Motiejunas quedó en agua de borrajas, pues el Real Madrid remontó de inmediato gracias al pívot caboverdiano Walter 'Edy' Tavares.
Desde el 8-8, firmado con una acción positiva de Dzanan Musa, los locales comenzaron a abrir brecha sin paliativos. Tavares y el propio Musa se mostraban como los más acertados en ataque, mientras que el Mónaco echaba en falta más productividad de Mike James y de Jordan Loyd.
Con ventaja clara en el marcador (28-12), el técnico Chus Mateo intensificó el número de cambios y metió en faena a los franceses Vincent Poirier y Guerschon Yabusele, que respondieron muy bien para dar relevo a Tavares y generar huecos que aprovechó Musa dentro de la zona.
El 30-20 a la conclusión del primer periodo dejó claro que el Mónaco necesitaba aplicarse mejor en defensa para frenar a las 'torres' rivales y no perder de vista la amenaza exterior, que tuvo su punto álgido con un celebradísimo triple de Sergio Llull mediado el segundo cuarto.
Tras un ataque deslavazado a las cuatro esquinas, Yabusele evitó de milagro que la pelota saliera del campo y asistió a Llull, que sorteó a un defensa y encestó una de sus típicas 'mandarinas' sobre la bocina. Ese lance había significado el 46-26 y aún quedaban 5:06 hasta el descanso.
Mateo siguió dosificando a sus hombres más altos y el conjunto monegasco halló respiro, para rubricar un 0-9 de parcial por obra de Motiejunas y el acompañamiento del exmadridista Petr Cornelie. Eso fue hasta que Rudy Fernández rompió la dinámica con un triple, que puso el 51-35.
La amenaza constante de tavares y yabusele
En el último minuto antes del intermedio, los pupilos de Sasa Obradovic intentaron sacar mayor tajada del descanso de Tavares y Yabusele, pero le faltó algo de pericia. La jugada previa a irse a vestuarios lo ejemplificó, con John Brown metiendo un palmeo por los pelos.
Al inicio del tercer periodo, y pese a sendos triples de Mike James y de Terry Tarpey, el Mónaco sufrió la efervescencia de Facu Campazzo para conservar las distancias (58-42, 61-45) y la fiabilidad de Musa para repartir juego, como si fuese un base más de la plantilla blanca.
Se sumó luego Fabien Causeur al festín anotador de sus compañeros, elevando la renta a +30 (80-50) en la penúltima posesión del cuarto, a raíz de un triple de Llull en un lateral. La cara de Obradovic era un poema de mal gusto, esperando que el suplicio en el WiZink Center terminase pronto.
Su equipo apenas pudo maquillar una paliza que se certificó en 18 puntos de diferencia y que lo dejó con balance de 5-4, en el pelotón de los que quieren evitar el peaje del 'play-in'. Por su parte, el Real Madrid se situó con ese 8-0 impoluto y alargó su grandísimo estado de forma.
Ficha técnica.
--RESULTADO: REAL MADRID, 91 - AS MÓNACO, 73 (53-39, al descanso).
--equipos.
REAL MADRID: Campazzo (12), Causeur (7), Deck (7), Musa (21) y Tavares (12) --quinteto inicial--; Yabusele (3), Poirier (12), Hezonja (-), S. Rodríguez (-), Rudy Fernández (3) y Llull (14).
AS MÓNACO: James (13), Loyd (2), Diallo (4), Brown (9) y Motiejunas (14) --quinteto inicial--; Walker (2), Tarpey (3), Okobo (6), Cornelie (8), Hall (8) y Blossomgame (4).
--PARCIALES: 30-20, 23-19, 27-11 y 11-23.
--ÁRBITROS: Javor, Silva y Tsaroucha. Sin eliminados.
--PABELLÓN: WiZink Center, 8.764 espectadores.
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