Petrus, dedicado cien por cien al baloncesto pese a su juventud, combinará su labor de entrenador en el Força Lleida Femenino, gestionando además media coordinación de cesta grande masculina– como ya estuvo haciendo este año– y llevando un equipo masculino de la base. Ahora sucede a Albert Puig, las ocho últimas temporadas al frente del primer equipo del Segre. O sea, un proyecto de envergadura y con un listón alto.
A días de volver a desempolvar la pizarra y abrir una ilusionante pretemporada con el LF2, Petrus ha hablado de su nueva misión para «Es Diari». Un técnico que, de entrada, manifiesta que jamás habría imaginado, con apenas 25 años, estar al frente del primer equipo femenino de Lleida. «Para nada. Siempre me imaginaba jugando. Todo el mundo de pequeño se imagina como jugador profesional pero a medida que vas creciendo y ves que de jugador no llegarás muy lejos y te motiva cada vez más entrenar, disfrutas mucho de ello», señala un Petrus que, en su caso particular, «la balanza se decantó en apostar por intentar hacer carrera en los banquillos», dice, enormemente ilusionado y seguro de su talento para un reto de tal magnitud.
Y es que Petrus vive un sueño desde que se le propuso coger el timón del femenino de Liga Femenina 2. «Un reto como entrenar la LF2 siendo tan joven, motiva. Motiva ver que el club cree en ti, te hace ver que estás trabajando bien y que si sigues trabajando, tienes mucho margen de mejora», valora en voz alta en este diario el ex CD Alcázar de Maó. En definitiva, prosigue, «salir de la zona de confort, aceptar retos y demás, motiva», exclama.
El preparador insular, si bien como las cosas se van sucediendo muy rápidas a nivel personal en el mundo de la canasta, aboga por vivir el día a día, sin ponerse techo ni grandes sueños, de momento. «Ahora mismo afronto mi primera experiencia profesional a nivel estatal con el Robles Força Lleida y quiero ir paso a paso. ¿Que me gustaría llegar lo más arriba posible? Evidentemente que sí y trabajaré para ello. Pero por ahora, paso a paso».
El baloncesto en Menorca
Como menorquín que es Petrus y pese a estar fuera de la Isla, siempre intenta tener un ojo en Menorca, «y la verdad que el papel que está desarrollando el Hestia Menorca, tanto a nivel deportivo con el propio equipo LEB– como con el buen clima de trabajo que hay con los clubes de la Isla– es un buen camino para que el baloncesto menorquín siga creciendo. Menorca es una isla de baloncesto y así debe seguir».
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