Antonio Cuenca, en una imagen de archivo. | Javier Coll

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El árbitro de baloncesto Antonio Cuenca ha denunciado una agresión que, según relata a este diario, sufrió por parte de un espectador (padre de un jugador) durante el partido de categoría junior masculino correspondiente a la jornada 14 (y última) de la Liga Interilles, que enfrentó el pasado día 6 a Jovent d’Alaior y CCE Sant Lluís en el Pavelló Municipal d’Esports d’Alaior (75-78).

El colegiado explica que, al inicio del último cuarto del partido, después de señalizar una técnica a un jugador del Jovent por «protestar de manera reiterada», precisa, y al acercarse a la mesa de anotadores, advirtió que «una persona que estaba cerca, en la grada, venía hacia mí, descompuesto, gritándome, insultándome... se acercó cada vez más, se puso cara a cara conmigo, mientras seguía insultándome y gritándome, y entonces me dio un empujoncito».

«Nada grave», subraya Cuenca, dejando claro que no hubo lesión, y que al seguir recordando los hechos indica también que «la gente del Sant Lluís que estaba en la grada, algunos padres... lo agarraron (al agresor) para que la cosa no fuera a más y lo sacaron del campo; después, vinieron algunos padres de jugadores del Jovent y se lo llevaron fuera del pabellón». A partir de ahí, «tratamos de calmar la situación, pues hubo momentos de tensión», sigue Cuenca, y finalmente se pudo reanudar el partido. «Tampoco vamos a permitir que este tipo de gente, que solo genera problemas y son apenas el 0,1 por ciento de los que están en un pabellón, y que los hay en todos los clubes, impidan que se juegue», abunda el colegiado, que confirma que el partido «terminó sin ningún problema», aunque con una atmósfera caldeada; lamenta que «algún directivo, en lugar de apaciguar, estuviera ‘echando gasolina al fuego»; y asimismo confirma el colegiado que tras consultar con los responsables del gremio arbitral, presentó una denuncia que «se está tramitando, tanto por vía administrativa como por vía judicial».

«Afortunadamente, situaciones así no son habituales, pero debemos erradicarlas por completo», apostilla Cuenca, cuya versión, por otra parte, respaldan tanto desde el entorno del CCE Sant Lluís (una persona vinculada al club de Ses Canaletes incluso denunció los hechos por medio de las redes sociales, exigiendo disculpas públicas), como un técnico del Jovent –aunque sin relación alguna con el partido.

Este diario, por otra parte, pudo confirmar de la versión de otros espectadores que se encontraban en el pabellón que la persona a la que el árbitro ha denunciado por insultarle y agredirle, es el padre del jugador al que le fue señalizada la falta técnica que motivó el conflicto y al que, obviamente, la federación no podrá sancionar de ningún modo.

Desde el Jovent, el directivo Miquel Sintes, cuestionado por este diario al respecto, pide «disculpas» por lo ocurrido en nombre de la entidad, puesto que se trata de un incidente que va totalmente «en contra de los valores del club y de la labor que hacemos aquí».

«Arrepentido»

Sintes, además, asegura que el agresor «vino al club y se disculpó, es consciente de que actuó mal, está arrepentido»; desvela que ha «hablado» con el estamento arbitral y con Toni Sánchez, delegado de la FBIB en la Isla, «a los que también hemos presentado nuestras disculpas», así como con Joan Martínez Escala, coordinador de baloncesto del CCE Sant Lluís y a la par, entrenador del equipo ‘lluïsser’ en aquel partido.

El directivo del Jovent, además, admite que «el chico estuvo mal» y el «padre peor», pero insistió en que está «arrepentido» por una cosa puntual «que nunca debió ocurrir», y matizó que, en su parecer, «el partido debió darse por terminado».

«En el Jovent incluso a veces, del ‘buen rollo ‘que intentamos promover a nivel de club, nos supone sacrificar o el poder ganar más títulos, no somos un club en el que pensemos solo en ganar, sino que aquí intentamos formar, queremos que la gente esté a gusto y rechazamos toda actitud y acción violenta», finaliza Sintes.