El preparador del Hestia Menorca, este viernes en Bintalfa, ante los medios de comunicación | B.M.

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Quedan apenas 48 horas para que arranquen las semifinales por el ascenso a la LEB Oro entre dos de los equipos más en forma de la LEB Plata 2022-23 en este tramo definitivo de la competición: los locales del Rioverde Clavijo y el Hestia Menorca. Desde el Pavelló Menorca ultimaban detalles tácticos este viernes por la tarde-noche, antes de viajar a Logroño para vérselas ante el potente equipo dirigido por Jenaro Díaz. Una ida en la que los menorquines tienen muy claro que deben competir e igualarse a fuerzas para lograr su principal objetivo, que no es otro que el de llegar con el triunfo o al menos con la eliminatoria totalmente viva a Bintalfa.

Tanto riojanos como insulares afrontan esta eliminatoria decisiva tras superar de manera holgada a sus adversarios en cuartos de final, haciendo de sus pabellones, pistas inexpugnables. Un encuentro este domingo (19.30h) en el que, de entrada y según Zamora, tendrá toda la plantilla bien, incluso Pol Molins, lesionado ante el Ponferrada, en casa. «Se torció el tobillo y casi no ha entrenado pero estará bien, es una final», argumentaba el coach este viernes.

Comparecencia de Zamora

Decía en rueda de prensa el técnico del Hestia Menorca que su rival, el Clavijo, «es un proyecto diseñado para intentar subir a LEB Oro, con historia y por su entrenador y plantilla. Díaz ha sido un referente de entrenadores de mi generación y son un equipo muy duro y competitivos», expresaba, Zamora, desde Bintalfa, tras haber visto también las eliminatorias anteriores de su nuevo rival. «Es un equipo muy completo, compensado y trabajado y espero que podamos frenar sus fortalezas, que están en el talento de su línea exterior». El preparador madrileño definió esta semana como la de la «ilusión. Llegamos en nuestro mejor momento, la gente nos está arropando mucho y estamos trabajando muy duro para tratar de ofrecer una serie de lo más competitiva», dijo, antes de afrontar una eliminatoria a doble partido, en la que «cada canasta importa. Es clave traer viva la eliminatoria a Bintalfa. Nuestro pabellón ha sido un motor y toda la energía aquí ha sido mágica, el sexto hombre», abundaba Zamora. «Poder tener en nuestra mano el último partido en casa, sea cual sea el resultado de la ida, será muy bonito y espero que estemos a la altura». Una rueda de prensa en la que salió la palabra, ascenso. «Tampoco es bueno escapar de esta palabra tan bonita, es un sueño y una ilusión y todos los del club soñamos con ello, como también mucha afición, tanto en la pista como en la calle. Estamos al 50 por cien de opciones y si Clavijo quiere ascender tendrá que sudar», avisaba.

Echando la vista atrás, decía Zamora que estructuraron una plantilla «larga de inicio con un referente dentro, hasta que se fue Slava y vino Edwin pero nos definimos por el grupo. Ha habido partidos duros en los que ha aparecido Pol Molins, en Ponferrada fue Nacho Arroyo, con un despliegue de talento o Stoilov mismo. En definitiva, no tenemos una dependencia concreta en nadie y sí tenemos mucho talento dentro y fuera. El secreto es el grupo y están todos a punto para dar el máximo y que la competición nos coloque en nuestro sitio».