El equipo insular, que afronta el partido luego de ganar en sus últimas dos intervenciones, ante Benicarló y Palma (en lo que al margen de lo deportivo, esta última significó, producto de la considerable migración de aficionados menorquines a Son Moix, una nueva demostración de la importancia del proyecto a nivel social dentro del ámbito insular), lo que confirma su buen momento, de juego y resultados, se advierte claro favorito al triunfo.
Tanto por su necesidad de victoria, en función de la batalla por el liderato en la que se encuentra enfrascado (o por no alterar su segunda posición), por su dinámica positiva y por supuesto, por la realidad en la que convive el cuadro barcelonés, inmerso en la lucha por burlar el descenso de categoría y habiendo cedido derrota en ocho de sus últimos nueve encuentros (lo que sirve para comprender su delicada situación en la clasificación, en la que ocupa el antepenúltimo lugar, 6-16).
Recursos
Sin embargo, a pesar de encontrarse al borde del abismo, L'Hospitalet es un conjunto dotado de ciertos recursos, especialmente en la faceta ofensiva, al contar en sus filas con dos de los mejores anotadores de la competición, como son el base de pasaporte norteamericano Grant Lozoya (el ex de Real Murcia promedia 17 puntos, siendo segundo en el ránking del Este, tras Edwin Jackson, además de 3.4 rebotes para una valoración de 12 por cita) y el experimentado alero Gerard Sevillano (13.5 tantos, a los que añade 5.4 capturas y 16.5 de valoración, los registros esta temporada del excanterano de la Penya).
Asimismo, la experiencia de Edgar San Epifanio y Albert Homs, y la reciente eclosión del jovencísimo Arnau Tarrida (20 años recién cumplidos; 12 puntos y 9 rebotes en la última actuación del ‘Hospi', derrota contra el Godella), son focos a considerar desde la óptica del conjunto insular.
Ese talento individual, al margen de otras prestaciones que reúne el colectivo entrenado por Juan Couto, combinado con la agobiante urgencia de triunfo que motiva su complicada realidad clasificatoria, sin duda se presumen los principales obstáculos que deberá sortear el Hestia Menorca para hacerse con un triunfo que, a pesar de lo referido, ningún pronóstico racional se atrevería a discutirle.
En paralelo a tratar de materializar el mejor resultado posible (por cierto, 65-72 ganó el Menorca en la ida en suelo catalán, para acentuar más si cabe su favoritismo), el cuadro de Javi Zamora encara la cita como otra oportunidad para seguir dando encaje a sus nuevas piezas llegadas durante el mercado invernal (Stoilov y Miskovic) dentro de la estructura colectiva (por otro lado, sin parte sobre posibles altas y bajas), aunque todo ello supeditado por supuesto a que el equipo oriente adecuadamente un partido en el que no se espera otro desenlace que su victoria. De lo contrario, además de decir adiós, casi de facto, a la lucha por desbancar al Prat del liderato, el Hestia Menorca vería seriamente amenazado el segundo lugar. Por tanto, esta noche, solo vale ganar.