La cita significa para el equipo de Javi Zamora el reencuentro con el campeonato regular y también con Xavi Hernández, exjugador del proyecto menorquín que después de su paso por Benicarló, el año anterior, recaló en la plaza catalana, donde, tras un inicio de temporada accidentado, puesto que el Salou estuvo meses sin disponer de pabellón, con todo lo que eso implica y complica el día día de un club, además de obligarle a disputar muchos partidos como visitante en la primera vuelta, lo que tuvo innegable repercusión en sus resultados, disfruta actualmente, junto con su equipo, de su mejor momento, en términos resultadistas cuanto menos.
Racha
De hecho, el rival de este domingo por la tarde del Hestia Menorca alcanza el partido después de dos victorias seguidas (y tres en sus últimos cuatro partidos, todos disputados en su cancha), circunstancia inédita en lo recorrido de temporada, y que le ha permitido asomar el rostro por encima del corte que delimita el descenso (el Salou es décimo clasificado, con un récord de 6-11 ); incluso, para tomar algo de oxígeno respecto de esa batalla.
No obstante, la pérdida del interior serbio Dejan Bjelic, que ha causado baja en los últimos días, en principio debilita la rotación del equipo catalán. Quiénes sí estarán, además de Xavi Hernández (6 puntos y 3 asistencias, los promedios hasta la fecha del mahonés), son el experimentado ala-pívot tarraconés Artur Alamiños (9 puntos y más de 5 rebotes por partido esta temporada), que viene de firmar una gran actuación ante el Godella, y Courtney Jamal Barksdale, un hombre histórico en la cronología del Salou (no en vano, se trata del primer jugador americano que en su día fichó por la entidad de Tarragona) y que esta campaña se maneja por encima de los 13 puntos y 3 rebotes por partido.
El lituano Justinas Olechnavicius (doce puntos por duelo) y el jamaicano Jabulani Newby (8 tantos, dos capturas y 3.5 asistencias de promedio) son rostros que también suman en el colectivo de Jesús Muñiz (el técnico manchego cumple su quinta temporada al frente del banquillo del Salou.
El precedente de la primera vuelta (80-47 en favor del Hestia Menorca) podría sugerir una empresa sencilla desde la perspectiva insular. Sin embargo, cabe esperar a cual será la respuesta del equipo menorquín después de perder la final de Copa (la historia indica que el retorno al contexto liguero siempre es complicado para los dos finalistas) y en terreno hostil ante un rival que además, por los motivos ya enumerados, presenta un momento de forma y de regularidad muy superior al que acreditó hace algunos meses en Maó.
Asimismo, para añadir más dosis de incertidumbre al partido, el Hestia Menorca, que viaja a Salou con todos sus jugadores (será el estreno de Nikola Miskovic), todavía desconoce si podrá contar con Edwin Jackson, además de andar pendiente del estado físico de Pol Molins, aquejado de una sobrecarga, otra incógnita que se despejará en el preámbulo de un partido en el que el Hestia Menorca vuelve a colgarse del torneo liguero.
El apunte
El club se muestra «agradecido» con todos los que hicieron de la Copa un éxito
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