El base del Hestia Menorca, Xavi Hernández, estudia la línea de pase tras burlar la presión defensiva de Tury Seara, en el partido de ida | B.M.

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El Hestia Menorca, salvo que ocurra un desastre imprevisto, debe certificar en la noche de este martes en Bintaufa (20 horas) su clasificación para la segunda ronda de la fase final por el ascenso a LEB Oro a cuenta del Círculo Gijón, rival al que hace 48 horas en el marco del partido de ida, abatió en la plaza asturiana por 70-84.

Con esa renta de +14 en su favor empezará el partido el conjunto menorquín, lo que junto con la superioridad que acreditó en feudo gijonés resultan argumentos de una solidez suficiente para conceder al colectivo que entrena Javi Zamora la vitola de clara favorito a convertirse en el octavo y último equipo en ingresar en la penúltima eliminatoria de ascenso a la segunda liga del país (dos de esos ocho equipos conseguirán estatus de LEB Oro).

Provisto de la totalidad de integrantes de su roster –tal y como se comprobó en la victoria de Gijón– y con la incógnita sobre la posible respuesta, en lo físico, que podría ofrecer el colectivo menorquín después de padecer en su mayoría la covid totalmente despejada –para bien–, el Hestia Menorca afronta un partido singular, puesto que así lo impone la ventaja con la que ya cuenta antes de que el balón se lance al aire, si bien ese factor no debe motivar ni relajación ni exceso de confianza.

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