El base mahonés lideró el ataque madridista (28 puntos), pero su actuación no alcanzó para entrar en la final | Efe

TW
3

Fenerbahçe 84
Real Madrid 75


El Fenerbahce jugará la final de la Euroliga ante el Olympiacos al derrotar al Real Madrid por 84-75, en un partido en el que sólo Sergio Llull estuvo a la altura de las circunstancias, ayudado por Jaycee Carroll en la segunda parte y cuando ya era tarde para evitar la debacle del equipo.

El Real Madrid llegó tarde al partido. Es, prácticamente, la mejor explicación posible al horrible comienzo del equipo, en el que sólo Sergio Llull llegó puntual.

El base menorquín anotó 11 de los 13 puntos de los madridistas en el primer cuarto, que finalizó con 21-13 para el Fenerbahce.

El segundo cuarto aún comenzó peor, con el Madrid seco en ataque durante los cuatro primeros minutos. Thompkins y desde la línea de personal fue el que rompió con el maleficio, tras un 5-0 inicial que presagió el desastre.

Fue en el minuto 15 cuando por fin llegó el conjunto blanco al partido. Un triple de Randolph abrió, otro de Llull y otro más de Thompkins estrecharon el marcador hasta un 26-24 (min.15.45).

Con fallos, con aciertos, con otras opciones, además de Llull, el Madrid comenzó a jugar y a competir, pese al contratiempo que sufrió Randolph en el minuto 18 (35-27) con un fuerte golpe costal. Al descanso, el equipo español se fue a vestuarios con diez puntos de lastre, 44-34.

Con Randolph de nuevo en pista, el Real Madrid intentó retomar sus planes iniciales y reforzar una defensa que se pensó dura y efectiva y que prácticamente no existió los primeros veinte minutos.

Pero tras una mejora inicial, el juego madridista volvió a adolecer de una falta de puntos casi total. Un triple inicial pareció ser el inicio de algo, pero un nuevo parcial en contra de 8-0 hasta el minuto 25 (52-37), volvió a poner contra las cuerdas a un Real Madrid irreconocible en ataque.

Dos triples consecutivos de Carroll obraron a modo de recuperación para el equipo, 52-43, aunque el equipo siguió en la UCI, con un mal pronóstico vital, tras acabar el tercer cuarto con 63-50.

El inicio de los últimos diez minutos no fue demasiado positivo para un Real Madrid que pareció estar al borde de arrojar la toalla. Ya con la heroica como una solución posible, los de Pablo Laso intentaron agotar sus pocas opciones, mientras que Zeljco Obradovic, entrenador del Fenerbahce tiró de experiencia para, con continuos cambios, ir enfriando el partido y cercenar de raíz las muy pocas posibilidades del rival.

Udoh, Bogdanovic y Dixon acabaron de enterrar a un Real Madrid que falló en casi todo en el día más importante de la temporada. A tres minutos para el final, el 77-64 fue ya el lacre definitivo para una derrota anunciada desde el inicio y que se materializó por 84-75.


Llull: «Estamos jodidos, no hemos hecho nuestro mejor baloncesto y perdimos»

Sergio Llull, base del Real Madrid, aseguró que «la verdad es que estamos jodidos, no hemos jugado un buen partido y cuando en estos torneos de alto nivel no estas bien el rival no te perdona y te vas para casa. En este caso el equipo está tocado, veníamos con muchas ganas pero no nos ha salido un buen partido y el Fenerbahce ha merecido ganar».

«El fallo viene en el momento peor. No hemos estado bien, hemos perdido muchos balones, hemos regalado posesiones, hemos fallado tiros fáciles, nos hemos precipitado cuando nos acercábamos en el marcador y al final son un cúmulo de circunstancias que no nos han permitido hacer nuestro baloncesto y por eso hemos perdido», argumentó Llull.


El Olympiacos sorprende al CSKA (78-82) y alcanza la final

Vassilis Spanoulis 'resucitó' en el último cuarto de la semifinal ante el CSKA para liderar a su equipo, vencer por 78-82 y meter a los griegos en la final. El Olympiacos, que consiguió ponerse por delante en el marcador por primera vez en el partido en el minuto 38 (73-74), volvió a repetir -como en 2012 y mismo escenario- la gesta de derrotar a un CSKA teóricamente superior, esta vez con un Spanoulis que anotó 10 puntos decisivos en el último cuarto. Teodosic (23) y Nando de Colo (16) tomaron el mando anotador de los rusos (40-27), pero se bloquearon cuando Spanoulis rompió su 'sequía'. CSKA cayó en barrena en esos dos minutos, al tiempo que el Olympiacos emergió como un misil para meterse en la final. Los dioses atenienses aparecieron de nuevo.