«Cuando era pequeño soñaba con estar donde estoy ahora. El Madrid ha hecho un gran esfuerzo económico para que siga y Houston lleva esperando tres-cuatro años y lo han intentado, pero han entendido mi decisión; la NBA es la mejor liga, pero estoy en el mejor club del mundo y quiero cumplir mi contrato», destaca Llull, que recuerda se quedó en Europa «para ganar títulos y este año ya tenemos la Copa», abundó.
Respecto a ese título, y al ciclo que en general está desarrollando la sección de baloncesto del club blanco con él como líder, Llull lo disecciona en varias claves. «El núcleo del equipo lleva mucho tiempo junto, apenas cambiamos un par de jugadores al año, cuando antes era al revés, venían nueve fichajes cada verano; además, jugamos con un estilo que se adapta muy bien a nuestras características, hay buen rollo, la afición siempre está ahí...», enumera el jugador internacional.
Otro factor fundamental en el Madrid actual es, según recalca Llull, la figura de Pablo Laso. «Cuando él llega al club, se empiezan a hacer las cosas bien; dio el empujón necesario de confianza y autoestima al vestuario, y fue jugador, sabe como funciona esto, además de que le encanta ganar», repasa el jugador surgido de La Salle Mahón.
Al tiempo, el mejor deportista menorquín de todos los tiempos admite que «nunca» imaginó el caudal de éxitos que se ha embolsado en el último lustro con los blancos (selección española al margen). «Veníamos de unos años muy malos, en el que el Barça era muy superior y el Madrid no estaba ni en las finales, y eso es inaceptable en nuestro club, pero con mucho trabajo, esfuerzo y un poco de suerte, ahí estamos ahora», desgrana.
Cuestionado por si siente ser el jugador más decisivo de Europa, Llull considera que no es a él al que corresponde «poner etiquetas», pero no niega que «cuando el partido se complica, siempre trato de dar un paso al frente, asumir la responsabilidad» y dice que lograr canastas decisivas «es en parte entrenable, en parte confianza del técnico y el equipo». Al margen, Llull asume «como un halago» cuando se le cataloga el Sergio Ramos del baloncesto.
Concerniente a la selección, Llull desvela que para él «es un privilegio jugar con España», y que «ni contempla» renunciar para tomarse algún verano de descanso. En un cariz más personal, el deportista menorquín dice ser fuera de las pistas «un chico bastante normal» y estar ahora bastante exigido «con los preparativos de mi boda», que celebra el verano que deviene en la Isla.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
... yo, en cambio, discutiría la expresión "el mejor club del mundo"...
"el mejor deportista menorquín de todos los tiempos". Una expresión discutible, que en todo caso desmerece a otros como Paco Vallejo
Es una lástima que los mahoneses no podamos disfrutar de tener a uno de los nuestros jugando y triunfando nada menos que en la NBA, la liga mundial de las estrellas, lo cual sería algo realmente histórico y probablemente irrepetible. Pero hay que comprender los motivos de Sergio. Que sigan los éxitos por muchos años y ¡¡ENHORABUENA!!