Pau Comas, atendido por el doctor Lacueva y el fisio Jordi Seguí, ya se lesionó con el Andratx en Sant Lluís. | J.C.

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El Calvià, próximo rival del Made in Menorca (domingo, 12.30 horas), anda metido en líos físicos, por lesiones, molestias y ausencias de motivación personal, que mueven al entrenador pacense (de Badajoz) Óscar Olivenza a lanzar una primera respuesta a la defensiva ante la interpelación del comunicador, «espera, que igual no jugamos el partido. Solo tengo seis jugadores aptos».

Separado el grano informativo de la paja del emisor deportivo, la situación de la plantilla del club de Santa Ponsa es incómoda, pero no al punto de que peligre la celebración del partido de la octava jornada en el pabellón Galatzó.
Para recibir al líder (6-1) del grupo C-A, el Calvià (4-2) tiene las bajas seguras del pívot Toni Carrasco, de viaje, y del base Pau Comas, quien en la última victoria mallorquina, en la pista del Martorell (75-79), sufrió una rotura parcial de ligamento que le tendrá tres meses inactivo. Una baja importante más que por su aportación directa, por la capacidad que detenta de generar para el resto del equipo. Curiosamente, una lesión idéntica a la que sufrió el 12 de abril de 2015, como jugador del Andratx, en la pista de Sant Lluís.

La dinámica de entrenamientos se ha complicado a Olivenza por el desplazamiento a Torrelavega de Edu Argos por el óbito de su abuelo; Juampi Martín arrastra un pinzamiento en la espalda; otro base, Carlos Ollé, regresó de Martorell con un pinchazo en un abductor; y Carlos San Emeterio, por cuestiones laborales, no ha entrado en la dinámica competitiva requerida.

Sin embargo, Olivenza sí contará con el trío clave en la racha calviense (3-0): el exJovent Iván Matemalas (17,5p 5,2 rb 16,5 val), Chemari Morales (16p 10,2 rb 20,3 val) y Biel Torres (17p 7,2 rb 21,4 val). Del rival menorquín apunta que «tiene un equipo mucho más sólido, los roles muy definidos, una mezcla perfecta de veteranía y juventud, talento y la suerte que, con trabajo, se consigue».