El base mahonés, Agustí Sans, bota el balón durante un partido con el Prat-Joventut. | Rocio Benitez
Una prolongada sesión de entrenamiento absorbe sus mañanas. Comida, descanso y vuelta al parquet. Así entrelaza su jornada cotidiana, a veces diversificada entre el primer equipo del Joventut y el vinculado Prat, con el que ostenta ficha, y dando a menudo con un hueco que dedicar a sus estudios de ADE, carrera en la que se ha matriculado a distancia. Se trata de Agustí Sans Valls (Maó, 1995), la joya de la Penya y del baloncesto menorquín, quien experimenta el siempre arduo trayecto de mutar de niño a hombre, y en su caso, desde una doble vertiente; humana y deportiva. Son varios años de sacrificios, alejado de tierra, familia y amigos, pero la meta se adivina cercana.
3 comentarios
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Creo que tienes razón, pero... Aún que haya pasado por todos, que es una realidad, evolucionó más y mejor de la mano de Luis Arbalejo. Entonces, puedo entender que el alcázar haya sido su lugar. No se si lo recordáis, pero el día que salió al olímpico de Badalona como ganador de la mini copa fue con una bufanda del CD Alcazar. Creo que el propio Agusti demostró ese día cuales son sus colores en Menorca. Y en verano sigue utilizando el nuevo Padre Petrus para entrenar.
Exacto fasto, y quién se pone la medalla, el Alcazar. JETAS
CANTERA SANT LLUIS - SALLE - CD ALCAZAR - JOVENTUT