Vuelta al pabellón. Shirley presentó su libro en el Club de Negocios - Javier

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"Paciencia porque voy a cometer crímenes contra vuestro idioma". El mordaz humor de Paul Shirley desembarcó ayer en Menorca, en el Pavelló, en formato libro de 324 páginas y bajo el título "¿Me puedo quedar la camiseta?", de venta en la librería Ronda, en Maó.

La afición por escribir comenzó en su primera experiencia lejos de Estados Unidos, cuando jugó en el Panionios griego a raíz de unos diarios que les envió a su familia. Luego pasó a la web de Phoenix Suns, equipo NBA, y de ahí a escribir este libro en inglés. "Para mí ha sido más difícil jugar a baloncesto que escribir un libro porque tengo un cerebro de escritor, siempre estaba pensando demasiado y es bueno para escribir pero malo para jugar", aseguró el ex menorquinista, que actualmente reside en Los Ángeles y es columnista en El País. "Creo que soy algo más accesible que los otros jugadores de baloncesto, me veo como la unión entre los aficionados y los jugadores, puedo coger lo más ridículo del juego y hacérselo entender a la gente", resume Shirley, que ha añadido un apéndice a su libro con algunas experiencias en la Isla.

La razón del título de su obra se debe a que cuando jugaba en Los Lakers, "Phil Jackson me cortó y le pedí al manager si podía quedarme mi camiseta y me dijo: 'No, no somos un club que haga esto', así que fui al vestuario y robé dos pares de zapatillas", comenta orgulloso.

De su estancia en Menorca, Shirley recuerda "la filosofía de isla, es similar a la del pueblo de donde soy, nosotros contra el resto del mundo, como cuando jugué aquí, que éramos un club pequeño contra otros mucho más grandes de la ACB". Ante la crítica situación del club, Shirley asegura que "sería un crimen que no hubiera baloncesto en la isla".

El jugador asegura que la isla tiene un papel importante en su primera novela, que ya está acabada y que sonará a biografía.