El Menorca Bàsquet es el peor equipo de la temporada 2010-2011 en la Liga ACB después de que se hayan disputado ya 28 jornadas del campeonato. En una competición como ésta en la que prevalece la regularidad por encima de cualquier otra consideración, puede resultar demagógico apelar a cualquier otro factor que justifique la clasificación actual de un equipo que lleva dos meses y medio sin conseguir una victoria y que sólo ha sido capaz de ganar un partido de los 17 últimos que ha disputado. Su ubicación en la tabla, por tanto, no puede ser otra.
Dando por sentado que la clasificación actual es la que le corresponde en función de su trayectoria deficiente en la Liga, sin embargo, sí pueden exponerse diversas circunstancias puntuales que han incidido en su progresivo hundimiento en el campeonato. Es lo que viene a denominarse en la terminología deportiva "el síndrome del colista" por el que el equipo más débil siempre se ve perjudicado por el infortunio, los arbitrajes o las circunstancias adversas de cualquier índole como por ejemplo, el acierto de un triple del rival sobre la bocina como le sucedió el domingo frente al Caja Laboral.
El Menorca sólo ha ganado 5 partidos de Liga de los 22 que ha disputado, pero muy probablemente en una dinámica menos sangrante que la actual, al menos un par de victorias más habrían caído de su lado multiplicando así sus opciones de pelear por la permanencia hasta el final de la competición. La última frente al Caja Laboral sería una de ellas, lo mismo que el partido de la primera vuelta del campeonato frente al Unicaja de Málaga cuando Victor tuvo el último tiro para ganar el partido y lo erró. Otro partido que puede ligarse a este infortunio fue el determinante frente al Meridiano Alicante. Esa derrota que llegó en la prórroga cuando el equipo se quedó sin recursos físicos fue la que marcó el desplome del equipo. Tres partidos fundamentales que habrían cambiado, con toda seguridad, la suerte del equipo en este campeonato en el que camina con paso, lamentablemente, firme hacia el descenso a la LEB mientras la directiva trata de hacer encaje de bolillos para sortear la crítica situación económica por la que atraviesa.
Como mal menor, el domingo perdió el Alicante –único rival a tiro, a tres victoria de diferencia (dos, más la del average) en el Palau frente al DKV Joventut pese a que entró en el último minuto con una ventaja de 4 puntos. De haber conseguido vencer el Menorca al Caja Labora, en función del calendario que le aguarda a los alicantinos hasta el final, se habría abierto otra luz de esperanza en el milagro de la permanencia para los menorquinistas que hoy regresarán al trabajo con la vista puesta en Fuenlabrada donde jugarán el partido de la jornada 29 el próximo domingo por la tarde, en un encuentro que será retransmitido por TVE, a través de Teledeporte.
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