Amarga despedida de un año feliz, por encima de cualquier otra consideración, es la que ofreció contra voluntad ayer el Menorca Bàsquet en el último encuentro del 2010 en Maó. Una matinal aciaga sustentada en un segundo cuarto lamentable frente a un inspirado Asefa Estudiantes, condenaron al grupo de Olmos a una derrota inoportuna que, en cierto modo, emborrona su trayectoria notable hasta el momento porque una victoria, unida a los resultados de sus rivales, habría ampliado su margen de maniobra en adelante.
La escasa aportación y presencia de los hombres de refresco se sumaron a las pérdidas y a una desaceleración en la estructura defensiva que sacaron al equipo de la batalla en el segundo tramo. El tiro exterior de los madrileños les aupó a la cima y pese a la reacción de carácter del combinado menorquinista tras el descanso, el esfuerzo acabó pasando factura al final y la remontada no fue posible.
Demasiados errores presidieron el primer cuarto en el que el Estudiantes se saltó el guión. Siendo como era el segundo peor equipo en triples, el equipo de Casimiro tiró del perímetro para avanzar en el marcador y lo consiguió con cuatro aciertos. El Menorca subsistía gracias a los movimientos de Radenovic, superior a Gabriel en el poste bajo. El punto de inflexión fue el empate a 13 puntos a 2'52 del final. Casimiro recurrió a Asselin para neutralizar a Radenovic y sustituyó al acertado Granger por Oliver. El Menorca regaló dos balones y el Estudiantes puso un parcial de 0-7 (13-20). Al final un triple de Limonad permitió alcanzar el primer cuarto con 18-22.
Pero la tendencia alcista para los madrileños se convirtió en una constante a partir de una deficiente rotación conjunta elegida por Olmos. Urko, Servera, Caio y Huertas coindidieron en cancha junto a Victor y el Estudiantes halló el momento para dar un golpe en la mesa e irse a por el partido. Sus triples seguían entrando gracias, en parte, a las facilidades que otorgaba la defensa mahonesa, y de la mano de Sergio Sánchez, Pancho Jasen, enorme, y Dani Clark, secaron a los menorquinistas que estuvieron casi cinco minutos sin anotar y fuera del partido. Un parcial de 0-15 situó un doloroso 23-44 en el marcador justo cuando Olmos había cambiado a tres hombres de una tacada recurriendo a sus titulares junto a Diego Sánchez. Un último triple del alero asturiano dejó el tanteo en 28-44 al descanso, en todo caso, un mal menor tras el peor cuarto disputado por los menorquinistas en la Liga hasta la fecha prescindiendo del choque ante el Barça.
Lejos de bajar los brazos, sin embargo, el Menorca rescató sus cualidades abstractas en la reanudación, a saber, el orgullo, la casta... y una tangible, la defensa. Ciorciari, el corazón del plantel, devolvió la esperanza capitaneando un parcial de 0-8 (36-44). Con sus titulares en pista, el Menorca recuperaba terreno. Un triple de Jasen detuvo la reacción mahonesa, aunque ahora la tendencia era otra. Limonad, eléctrico e inspirado, se iba a los 9 puntos en este tramo. Una técnica a por protestar una falta discutible sobre Ellis hacía el resto para que la grada también jugara el partido, y el Menorca conseguía llegar al último cuarto con opciones de culminar la remontada (49-56).
Un triple de Jasen el inicio del tramo decisivo asentó a los estudiantiles en un tiempo en el que la tensión flotaba en el ambiente. Radenovic asumió galones de líder y él fue quien mantuvo a su equipo con posibilidades gracias a sus 8 puntos en este segmento. Pero el Estudiantes supo jugar con la presión de la grada y, pese a su desacierto en el tiro exterior tampoco entraron los lanzamientos decisivos al Menorca para igualar el tanteo. Con 60-66 a 3'09, un posterior 2 más 1 de Germán Gabriel (60-69) dictó la definitiva sentencia con 1'17 por delante hasta el final del choque. No hubo remontada y el segundo cuarto se cobró la factura final traducida en la quinta derrota.
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