Si el caos que han provocado los controladores aéreos españoles lo permite, el Menorca Bàsquet se enfrentará esta tarde, a las 19 horas, al CAI Zaragoza en el Pavelló de Bintaufa. La ACB determinó ayer al mediodía el aplazamiento del encuentro que debía jugarse a las 12.15 por mor de la huelga salvaje perpetrada por los controladores el viernes a media tarde. El CAI no pudo desplazarse ayer a la Isla como tenía programado, y tiene previsto realizarlo esta mañana a las 10 horas tras haber pernoctado anoche en Barcelona. Será el de esta tarde, caso de jugarse, un reencuentro con urgencias, especialmente aquellas que comienzan a insinuarse en el bando local, aunque sea más por la premura clasificatoria que por la situación en sí, ajustada a las posibilidades reales del modesto plantel confeccionado el pasado verano. El Menorca Bàsquet se cruza de nuevo con el CAI Zaragoza, de trayectoria paralela a la suya tanto en lo bueno como en lo malo en las dos últimas temporadas. El año pasado ambos jugaron y triunfaron en la LEB Oro logrando el ascenso, y en la campaña anterior, la 2008-09, los dos habían descendido de la ACB.
En esta ocasión el choque presenta un perfil peligroso para el Menorca, especialmente después de su receso ocurrido a causa de sus tres derrotas consecutivas que le han situado ya próximo a la zona de descenso y reabierto el debate en torno a la conveniencia de reforzar las carencias más evidentes del plantel que están en la posición de segundo base y en la de alero anotador. El presidente, Benito Reynés, negó el pasado jueves que el club pretenda fichar porque no existen recursos económicos para ello y porque estaba satisfecho con la marcha del equipo, pero si la situación se agrava el planteamiento deberá ser otro.
Los tres partidos perdidos frente a Gran Canaria, Unicaja y Caja Laboral eran, sin embargo, tan previsibles como trascendente es que el conjunto de Paco Olmos salga airoso este mediodía del cruce ante el CAI Zaragoza para recobrar la autoestima del grupo que necesita de resultados para creer en el trabajo diario que realiza.
Los maños de José Luis Abós llegan a la Isla tras haber sido capaces de asaltar el inexpugnable Palau Blaugrana –su único triunfo foráneo hasta ahora–, y después de haber roto el pasado domingo su racha negativa de tres partidos venciendo al Estudiantes. Vienen, además, convencidos de que ésta es una de las salidas propicias del campeonato para obtener un triunfo amparados en la fuerza de su perímetro con dos de los mejores triplistas de la Liga, Topper y Quinteros, el carácter ganador de Phillips y el buen hacer de Hettsheimeir en la pintura.
Para el Menorca debe ser una nueva oportunidad para que Limonad se reivindique tanto si Olmos le mantiene en el escolta o le hace jugar como base tras su buena actuación en Vitoria. Otro tanto debe suceder con Radenovic, del que todavía se espera mucho más. Y, cómo no, la regularidad de Diego Ciorciari y Donaldson, los dos pilares actuales del plantel aunque ellos solos no se bastan para ganar partidos. El banquillo, en el que sobresale Caio Torres y un emergente Rafa Huertas, también deben mantener o incrementar su peso en la pista porque ganar hoy es fundamental.
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