Lita López, junto a la alemana Martina Meissner y la australiana Nicola Drinkwater | Manolo Muñoz

TW
0

La semana pasada cruzó la línea de meta en segunda posición la final de los 400 metros vallas y este viernes, Ángela ‘Lita’ López (Ferreries, 1975) repitió el éxito de la primera jornada en la final de los 80 metros vallas. Y eso que, al ser preguntada después de su prueba favorita, Lita no se mostraba del todo confiada a la hora de afrontar las semifinales de otra prueba que requiere una mayor explosividad. «Será más complicado conseguir medalla al ser tan corto», avisaba en la previa.

Y vaya si fue complicado. El verano sueco hizo acto de presencia sobre la pista del Slottsskogsvallen, donde se llevaban cabo a media mañana las semifinales de los 80 metros vallas de la categoría de 45 años. «Ha sido un día espantoso con muchísima agua y mucho viento. Puro invierno, nada que ver con el menorquín», explica una Lita agotada que sufrió de lo lindo para acceder a la ansiada final. La ferreriense logró quedar tercera con una marca de 13,11 segundos, muy por detrás de la primera clasificada, la búlgara Magdalena Hristova, quien registró un meritorio 12,33 en unas durísimas condiciones en las cuales el viento restaba 3,3 metros por segundo al ser tan frontal. «Me enganché en  la primera valla e iba en última posición. Tuve que empezar a remontar y al final pasé, pero costó lo suyo», relata Lita sobre unas semis de lo más convulsas en las que vivió de todo y se vio obligada a exprimirse al máximo. A continuación, se puede ver un vídeo de la final en la que Lita queda en segundo lugar.

Gran abanico de posibilidades

En la gran final, la fuerza del viento se redujo y pasó a restar ‘apenas’ 1,2 metros por segundo, aunque en esta ocasión soplaba de forma lateral. «Podría haber quedado quinta o segunda, ya que llegamos todas bastante igualadas», sostiene la corredora especialista en lisos.

Lita admite que «tenía opciones», pero lo cierto es que la tan cambiante meteorología propició que se abriesen muchas más posibilidades para entrar en el podio. No había nada decidido, ni mucho menos. Prueba de ello es la actuación de la búlgara Hristova en la final: «No sé si se quedó enganchada o se lesionó, porque ya venía tocada. Al final quedó herida y no pudo hacer ni podio», comenta Lita sobre una de las grandes favoritas, quien acabó quedando en último lugar. «Hasta que no acaba la carrera, no sabes qué puede pasar», recuerda de manera muy sabia la propia Lita, que mejoró su tiempo a 12,70. La alemana Martina Meissner fue la única capaz de superar a la menorquina al registrar una marca de 12, 51 segundos.

Turno para los relevos

El Campeonato del Mundo Máster no termina aquí para Lita. Todavía le queda una última bala el domingo —en horario todavía por confirmar— para tratar de cerrar lo que sería una participación histórica: los relevos de 400 metros.

Una vez confirmada su integración en el equipo, ahora tendrá que luchar por la medalla con un equipo compuesto con una especialista como ella, una atleta de 5.000 metros y otra de 1.500 metros. «Mientras tengamos equipo, estamos contentas. Haremos lo que podamos», asegura.