Correr es su vida y viajar su pasión. Así fue cómo empezó la travesía de este maratoniano, que se encuentra hoy de celebración. Luis Salom, natural de Maó y recién jubilado, cruzó la meta de la capital sueca el pasado 1 de junio junto a más de veinte mil participantes de todo el mundo. No es la primera vez que vive tal experiencia, pues tras este último logro, en su historial acumula ya cincuenta maratones completadas en distintas ciudades del globo.
Hace más de cuarenta años, en 1982, Luis Salom corrió por primera vez la maratón de Barcelona, completando los 42 kilómetros y 195 metros que conforman la carrera. Desde entonces, su pasión por alcanzar la meta, solo o acompañado, no ha hecho más que crecer. Tal es su afición que en 2018 culminó en la capital japonesa la prestigiosa competición atlética conocida como la World Marathon Majors, que abarca las seis carreras anuales más destacadas del mundo: Boston, Londres, Berlín, Chicago, Nueva York y Tokio.
La experiencia de correr en tantos lugares y durante tantos años ha permitido a Luis acumular hasta el día de hoy un sinfín de vivencias, algunas de las cuales merecen ser compartidas. Por un lado, Boston fue uno de los lugares que más marcaron al corredor, por su complejidad y por lo que sucedió después. En 2012 el menorquín viajó a la ciudad norteamericana para correr una de sus maratones más difíciles de completar, sin saber que el año siguiente, aquel evento que tanto esfuerzo le supuso, terminaría en una verdadera tragedia. Un atentado terrorista tuvo lugar el 15 de abril de 2013, día de la Maratón de Boston, cuando dos bombas explotaron cerca de la línea de meta de la carrera. El suceso costó la vida de tres personas, entre ellos un niño de ocho años.
Por otro lado, Luis recuerda con afecto y entusiasmo haber corrido el año pasado la carrera de Atenas, el lugar de origen de todo. Es en la capital griega donde se encuentra el arché, donde nació la maratón clásica y donde se celebró por primera vez la maratón moderna en 1896, durante los primeros Juegos Olímpicos. Otra de las carreras que este atleta no olvidará fue la Maratón de Malta, en 2020. Tras finalizar la competición, una grave lesión en el tendón de Aquiles le obligó a parar. Durante tres años, Luis tuvo que abandonar las carreras para centrarse en su recuperación. El pasado octubre, después de dos intervenciones quirúrgicas, distintos tratamientos y muchas horas de rehabilitación, el corredor cruzó de nuevo la meta en la pintoresca ciudad de Venecia.
El siguiente objetivo de este atleta incansable es, además de seguir corriendo muchos años más, participar en al menos una maratón de cada continente, ya que todavía no ha tenido el placer de vivir esta grata experiencia ni en África ni en Oceanía. La dedicación a correr y el vicio de sumar maratones le han ofrecido algo muy valioso: la oportunidad de viajar, explorar y, sobre todo, coleccionar recuerdos en lugar de objetos materiales. El sentimiento del maratoniano es difícil de entender pero fácil de apreciar. La emoción en cada llegada y la satisfacción en cada logro es un orgullo no sólo para él sino también para la gente que le rodea y admira. ¿Cuál será el próximo destino?
1 comentario
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Enhorabuena, una excelente persona y un gran deportista toda su vida. Grande LLuis.