Cuando todavía era noche cerrada en Bagà, a las cinco de la madrugada, los frontales de los cerca de 1.000 corredores iluminaban la recta de inicio de la prueba reina de la Ultra Trail Pirineu. Y ahí estaba el menorquín, Albert Martínez, con este centenar de kilómetros y un gran desnivel positivo por delante, en una carrera mítica del calendario y con un cartel de corredores de élite impresionante, siendo una de las carreras de ultra distancia con más nivel de los últimos meses, junto con el UTMB. Entre ellos, el gran Kilian Jornet, que fue el ganador, de manera abrumadora
A nivel personal, señalaba ayer Martínez a este diario, llegaba a la Ultra Pirineus «con confianza porque desde julio me venía encontrando fuerte y el cuerpo respondía muy bien durante las semanas de mayor carga de entrenamientos». Con entrenamientos en el Monte Toro, saliendo a correr fuera y aprovechando las vacaciones en los Alpes Suizos, «para sumar el desnivel que aquí cuesta entrenar». Horas y horas de puesta a punto que dieron sus resultados, teniendo en cuenta que con el nivel de corredores que había, «sabía que no me podía fijar de inicio en perseguir nadie». La estrategia pasaba por «centrarme en mí mismo y hacer mi carrera, regulando los esfuerzos, teniendo confianza con las zonas y los ritmos que había entrenado. Y así lo hice, regulando hasta mediados de carrera, donde al avituallamiento de Gòsol tenía asistencia de un compañero de Menorca Trail», relata Martínez. En el primer punto de control pasó el 29, «y a partir de aquí fui avanzando muchos corredores».
El mahonés se encontraba «muy bien» y las primeras ocho horas de odisea «me pasaron volando, disfrutando mucho del ambiente y la animación del público». Sería ya hacia el último cuarto de carrera cuando Martínez empezaría a sufrir más «pero veía que la gente iba mucho más cansada y que seguía avanzando posiciones». En el 80km ya sabía que iba dentro del Top20 «y me dio alas. La última bajada, de más de nueve kilómetros, fue muy dura, me dolían las piernas pero todavía conseguí recortar alguna posición», cuenta, orgulloso. La llegada a la meta de Bagà fue «impresionante, con un ambiente extraordinario y me esperaban los compañeros de Menorca. La satisfacción fue enorme es increíble verse en aquella lista de los Tops, con todos aquellos corredores de élite famosos», exclamaba. «Vine con mucha confianza pero este resultado me ha hecho acabar de creer que puedo estar delante de las ultras de nivel internacional».
Ahora a descansar y si se recupera bien irá a la Mallorca 5.000, el 23 de octubre, que es Campionat de Balears de Ultras de la FBME.
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