Es la prueba más divertida para despedir el año | Gemma Andreu

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Es sin duda una de las carreras más conocidas, la San Silvestre, la que cierra el año atlético. Si hace unos días la cita era en Alaior, este domingo por la mañana ha sido el turno de Sant Lluís, donde casi 400 atletas se han dado cita en el Pla de Sa Creu para participar en la Sant Silvestre Illa de Menorca 2018, la que da carpetazo al curso en Menorca en el mundo del atletismo.

La carrera es un evento muy familiar y entretenido, ya que los ‘cronos' o los podios– al menos por un día– quedan en un segundo plano, dando prioridad desde la propia organización al ambiente festivo que un año más se pudo vivir en el levante insular. Una prueba que nuevamente tendría como un gran reclamo el lujo de poder recorrer la larga pista del Aeroclub de Maó.

Destacable la presencia del Club Vidalba, el más numeroso, con casi 30 participantes, vestidos todos de cocineros. También se contó con la presencia de Menorca Para Todos.

Al margen, en el aspecto meramente competitivo, triunfo para dos clásicos de los podios menorquines: Rafel Quintana y Maria Pallicer, que repetía el triunfo de Alaior, días antes. El ‘alaiorenc' entraba por delante de Joan Moreno y de Nil Riudavets mientras que la atleta de Ferreries superaba a Katty Holguin y Laia Riudavets, en las carreras absolutas. Ello en una Sant Silvestre 2018 de Sant Lluís que volvió a ser la de todos; todo tipo de edades, de condiciones físicas y con diferentes retos. Muchos disfrazados, en modo Carnaval