EDUCACIÓN

Nueve de cada diez alumnos con altas capacidades no la tienen reconocida en Baleares

Solo el 1 % están identificados aunque se estima que llegarían al 10 % y la asociación que vela por el colectivo reclama más pruebas

Los alumnos con altas capacidades necesitan adaptaciones. No hacerlo les puede abocar al fracaso escolar o a padecer problemas de salud mental. Arriba una clase de Primaria. | M. À. Cañellas

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Solamente el 1 % de los estudiantes de Baleares están diagnosticados con altas capacidades intelectuales, pero se calcula que si todos los centros educativos hicieran las pruebas y protocolos exigidos por ley para reconocer estos casos se llegaría al 10 % estimado que hay entre todo el alumnado, según la Asociación de Altas Capacidades de Mallorca. «Es muy poco porque no alcanzamos los 2.000 casos identificados a pesar de que la Administración está obligada a detectarlos y adaptarles los temarios  en función de su neurodesarrollo, con el fin de que puedan lograr todo su potencial», señala la vicepresidenta de la entidad y asesora de familias, María José Cordero.

La legislación reconoce a los alumnos con altas capacidades intelectuales como aquellos que presentan precocidad, talento específico o sobredotación intelectual, y establece medidas específicas para atender sus necesidades educativas, incluyendo adaptaciones curriculares y la posibilidad de flexibilizar la duración de las etapas educativas. Sin embargo, en la práctica apenas se cumple la detección, y por este motivo Més ha presentado una iniciativa parlamentaria para reclamar a la Conselleria d'Educació que intensifique las pruebas.

«Son un colectivo con capacidad intelectual superior, pero suspenden más que la media porque no se les adaptan los currículos; lo necesitan porque aprenden de forma diferente al resto», comenta Cordero. Además, dice que cada euro invertido en la identificación de casos «es un pequeño ahorro en problemas de salud mental porque hay una correlación entre la ansiedad, el estrés y las autolesiones con la falta de diagnóstico», asegura la vicepresidenta.

También explica que el papel del docente es clave, pero advierte de que falta formación entre el sector. «No he conocido ninguna familia que haya detectado signos de altas capacidades en su hijo y que después no haya sido identificado; en cambio, sí que sé de casos en los que profesores habían dicho que un alumno no tenía nada y cuando se analizó sí que se detectó alguna excepcionalidad, y no hablo solo de altas capacidades, también posibles trastornos, otras enfermedades o bullying», afirma Cordero. En este sentido, reclama que se aplique de una vez el protocolo que la UIB diseñó para facilitar la detección de casos, y que se basa en un sencillo cuestionario que deben de rellenar los docentes y las familias.

Més pide al Govern que intensifique la detección

El partido soberanista ha registrado en el Parlament una reclamación para que la Conselleria d’Educació dote de más recursos al equipo especializado en la detección y que intensifique estos procesos para incrementar la capacidad de diagnóstico. También solicitan mayor formación entre el profesorado y que se impulse un plan piloto en tres centros de Mallorca, dos de Menorca, dos de Eivissa y uno en Formentera para aplicar medidas de identificación en todas las etapas educativas.