Margalida Capellá

«Lo único bueno sería que nos lleve a los Estados Unidos de Europa»

La profesora de la UIB Margalida Capellá analiza un cambio impuesto en las relaciones internacionales que se centrarán en los intereses de cada potencia

La profesora de Derecho Internacional de la UIB, Margalida Capellà. | ALEX SEPULVEDA

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Profesora de Derecho Internacional en la UIB, Margalida Capellá ironiza sobre el momento geopolítico que hace saltar por el aire las reglas hasta ahora vigentes: «A veces pienso si debo pasar a la asignatura Historia del Derecho». Señala que se formó en la «década prodigiosa» del Derecho Internacional. Recuerda cómo se fraguaron entonces normas y acuerdos de cooperación en las últimas décadas: creación del Tribunal Penal ante genocidios en Bosnia o Ruanda, acuerdos en la ONU para liberar Kuwait. Un equilibrio sustituido por una visión unilateral a ultranza liderada por dos grandes potencias.

¿Hay un cambio profundo o Trump se limita a quitar la careta a políticas ya en marcha?
-Hay un cambio de ciclo. Hasta ahora, Estados Unidos había liderado y era el garante de lo que llaman el orden mundial liberal y también de la seguridad de Europa. Desde el momento en el cambian los intereses de la política exterior norteamericana, el sistema se tiene que replantear. Lo que hay es un replanteamiento unilateral cuando lo que había era un orden pactado y es un problema. Dentro de las prioridades de EEUU ya no está ni la seguridad de Europa ni la defensa de los valores occidentales y habrá que ver si tras los cuatro años de Trump el sistema de alianzas volverá.

Antes de Trump ese sistema ya tenía tensiones.
-Dentro es ese sistema liberal no estaban China ni los BRICS. Eran las alianzas occidentales del comercio y la OTAN. China entró en la Organización Mundial del Comercio y se aprovechó de ese sistema. Con el tiempo, EEUU ha visto que las normas previstas ya no funcionan. Se basaba, entre otros valores, en el libre comercio: se eliminan los aranceles porque así ganan todos. Desde el momento en que China entra en la OMC y sus productos se aprovechan de ayudas y programas estatales se distorsiona el mercado global.

¿Así es como llegamos a una guerra comercial?
-EEUU es el principal importador del mundo y consume más de lo que produce. Cada vez que ganan los republicanos se pone en marcha un política proteccionista, solo que Trump lo dice de otra manera. No es la primera vez que se retira de una asociación. Ya lo hizo con la Unesco, en el 97. Cuando ganan los demócratas abogan por el mutilateralismo. Lo que no se había hecho hasta ahora es desmontar la política de alianzas en vigor desde los años 40.

¿Sería complicado ahora aprobar la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
-Imposible. Hay un menosprecio total a las bases del Derecho Internacional contemporáneo, que se basa en el multilateralismo y en que la cooperación es la única manera de acabar con los problemas globales. Ante problemas globales necesitas soluciones globales. Ocurre con el cambio climático: Es una emergencia que afecta a todo el mundo y no todos los estados tienen la misma capacidad de hacerles frente. El Acuerdo de París era una manera de intentar afrontarlo.Trump ha salido dos veces. También de la OMC y de la OMS. Se quiere practicar el aislacionismo al cien por cien e imponer sus normas.

¿La solución propuesta para Gaza es lo más flagrante?
-Están legitimando la limpieza étnica que está prohibida en el Derecho Internacional. Después vendrá Cisjordania. El problema es que este orden es muy delicado. Si se rompe ese equilibrio y pasamos a depender de los intereses nacionales de cada superpotencia, veremos qué pasa en Taiwan. Vamos a un G2: Estados Unidos y China y, además, los norteamericanos adoptarán la política exterior de China, pragmática, de comprar países.

¿Incluido Groenlandia?
-Sí: Quiero Groenlandia y Canadá. Entiendo que había un cierto cansancio de la política de los demócratas, esta política moralizante de hablar de derechos humanos a la vez que se financia a Israel en Gaza y el genocidio. Lo único bueno es que la política exterior norteamericana y esa tendencia al autoritarismo es posible que nos haga ir a unos Estados Unidos de Europa.

Europa ha empezado por rearmarse.
-El planteamiento es: nos unimos no solo en los económico sino también en lo militar. Soy pacifista y esta perspectiva me provoca mucha incomodidad. Si Europa no se ha armado antes es porque a Estados Unidos no le ha interesado. Si le interesa ahora es para hacer negocio para vender armas. Por eso se habla de un a política armamentísica propia. Me aterra dedicar recursos a eso cuando hay problemas como el cambio climático.

¿Qué uso tendrían esas armas?
-Europa quiere hacer ver que tendrá un política armamentística propia y que entrará en la política disuasoria que desde los años 60 ha evitado una tercera guerra mundial. Si no es por vías convencionales, con armas nucleares que nada más tiene Francia en la Unión. La UE se creó como un proyecto de paz.

¿Y la OTAN?
-De la OTAN se han quedado los países europeos, Canadá y Turquía. Esta semana, en las reuniones sobre Ucrania también han participado. También Japón. Es curioso ver a la OTAN defenderse de Estados Unidos.