Imagen de la Platja de Palma en los años 70. | FOTOS ANTIGUAS

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El Turismo y su análisis nos da una buena pauta para medir el ritmo y la magnitud del cambio social en Baleares. Es éste un fenómeno que no se ha producido de repente, sino que ha ido acelerándose a medida que el turismo aumentaba su importancia en la sociedad isleña. Una de las formas en que se puede observar el escalonamiento de este cambio, es a través de la evolución de determinadas variables, en sus series históricas (número de turistas, evolución de la población activa, evolución del PIB, etc.). Una forma interesante, también, es la de mostrar la historia del turismo en Baleares en función del número de llegada de turistas, no sólo de forma descriptiva, sino en forma de etapas con cierta homogeneidad evolutiva y con ciertas rupturas explicativas.

De forma muy resumida, el artículo lo exige, se puede decir que el descubrimiento de Baleares como destino turístico futuro puede considerarse una fase evolutiva de las llegadas de viajeros y visitantes ilustres durante el siglo XIX, se va creando una imagen y un mito. Durante los inicios del siglo XX se sientan las bases del desarrollo turístico posterior (se funda el Fomento del Turismo en 1905, y los primeros grandes hoteles, Grand Hotel, Victoria, Mediterraneo, Formentor...). El crack económico del año 1929 se deja sentir y la Guerra Civil iniciada en 1936 pone fin a esta fase histórica.

ANTIGUA IMAGEN DEL RECIBIMIENTO A TURISTAS EN EL AEROPUERTO DE SON SANT JOAN.
Recibimiento a turistas en el aeropuerto. Foto: FAM

Tras el fin de la guerra se reinicia tímidamente la corriente turística, en 1945 llegan ya 55.134 turistas, de los que sólo 691 eran extranjeros. La campaña ‘Luna de Miel en Mallorca’ mantendrá la llama de la hostelería encendida. El Plan de Estabilización Económica de 1959, con la devaluación y convertibilidad de la peseta inaugura esta época. En diez años se construirán más de 200.000 plazas turísticas, el ‘Boom’ turístico es la época de la aparición de los tour-operadores extranjeros. Se inicia la época turística en las Balears y se deja atrás la época pre-turística. Se realizan nuevos aeropuertos en Eivissa, 1963, y Maó 1968.

A partir de 1974 la afluencia de turistas desciende por primera vez, la cifra de 1973 no se volverá a alcanzar hasta cerca de los años 80, es lo que se conoce como crisis del Petróleo. Aparece el paro, se ralentiza la emigración peninsular. Aparecerán las cadenas hoteleras.

Los primeros años ochenta supusieron una segunda fase expansiva en la que prácticamente se doblará el número de turistas, es el segundo boom turístico. Los últimos años ochenta y primeros noventa son años de oscilaciones de las economías estatales e internacional, la revalorización de la peseta, las fluctuaciones en el mercado británico, el exceso de plazas turísticas, impusieron nuevas leyes como la denominada ley Cladera o el Plan de Ordenación de la Oferta turística (POOT). Los movimientos proteccionistas se reactivan fuertemente, el turismo forma parte ya del debate general y cotidiano en la sociedad balear.

HOTEL FORMENTOR
El Hotel Formentor fue uno de los primeros grandes hoteles.

De todas formas el crecimiento del número de turistas continúa de 1992 a 1999, prácticamente se aumenta un millón de turistas cada año y comienza el gran crecimiento de las denominadas ‘plazas de uso turístico’, para referirse a las plazas que se ofertan a viviendas propiedad de residentes o extranjeros, las plazas que posteriormente llamaremos ‘vacacionales’. En el siglo XXI a pesar de empezar con el atentado en las Torres Gemelas de Nueva York, el turismo balear aprovecha indirectamente las dificultades de los mercados mediterráneos de la competencia a causa de conflictos armados o de altercados religiosos-ideológicos.

La demanda turística se muestra indiferente a la aplicación, en 2002, de un impuesto sobre las estancias turísticas: la ecotasa. Con muy pequeñas fluctuaciones la llegada de turistas en 2008 es de 13.103.000, el crecimiento sostenido se ralentiza debido a la crisis mundial provocada por las hipotecas sub-prime norte americanas que contagian el sistema bancario. Sin embargo, en 2013 la llegada de turistas alcanza otro pico, 13 millones, que van aumentando de forma sistemática cada año hasta los 16 millones. Pero en los primeros meses del año 2020 aparece la crisis provocada por la pandemia mundial del virus COVID-21. Las llegadas bajan a los 3.115.071, aunque al año siguiente se recuperan hasta los ocho millones, que se duplican el año después y alcanzan un récord en el 2024 de 18.735.675 turistas llegados. De camino a los veinte millones.