Una mujer entrando en el edificio okupado del complejo hotelero. | A.A.

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La racha de casos de okupas en alojamientos turísticos se está cobrando ya sus primeras cancelaciones. Un grupo de 46 turistas alemanes que debían alojarse en el Hotel Bellevue de Port d’Alcúdia han anulado su reserva a consecuencia de que este complejo vacacional ha sido tomado por unos okupas en uno de sus edificios.

Se trata del tercer caso de estas características que han saltado a los medios de información en las últimas semanas. Los okupas se han instalado en un bloque completo de apartamentos del complejo, el edificio Neptuno II. Docenas de personas de diversas nacionalidades, edades (entre ellos hay niños) y perfiles sociales han allanado los apartamentos de la planta baja y los dos primeros pisos, arrasando con gran parte de las barreras que encontraban a su paso: cerraduras, candados, etc. No disponen de agua, pero sí de suministro eléctrico. La propietaria, BlueBay, esperaba que el caso se resolviera y poder iniciar la temporada con normalidad.

Las características de este episodio han sido lo suficientemente alarmantes para que el grupo de 46 alemanes desistiera de continuar con su plan de vacaciones primaverales en Mallorca. Debían desplazarse en un barco de Trasmed desde Barcelona el próximo 6 de abril como parte del paquete reservado con una agencia y la estancia se debía prolongar cinco noches, hasta el día 11 de ese mismo mes.

«Máxima preocupación»

Al parecer, el grupo no solo habría cancelar su reserva en el Bellevue, sino que habría cambiado de planes radicalmente en lo tocante a sus vacaciones en Mallorca y se habría decantado por otro destino.

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Los hoteleros no han ocultado su «máxima preocupación» por este reguero de casos de okupas en establecimientos que permanecen cerrados en los meses de temporada baja. Ya con los casos anteriores de Cala Bona y Cala d’Or, en enero, desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) reclamaron una actuación inmediata de las autoridades para restituir estos espacios a sus legítimos propietarios, además de reclamar la constitución de un marco regulatorio que diera mayor amparo a los propietarios y no a los okupas.

De hecho, tal y como informaba este rotativo, muchos hoteles han empezado a reforzar las medidas de seguridad para curarse en salud: alarmas, perros guardianes o vigilantes privados de cara a blindarse contra posibles allanamientos que incluso lleguen a poner en peligro el arranque de la temporada turística, exactamente como ha sucedido en el caso del Bellevue.

La exigencia de ese marco regulatorio que ampare a los propietarios es, no obstante, el principal caballo de batalla de los empresarios hoteleros. En la misma línea se pronuncia el presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM), Jordi Mora, al señalar que «cualquier tipo de establecimiento empresarial está en riesgo». En ese sentido, remarca que «no se puede desbaratar la actividad de las empresas de esta manera, es algo muy peligroso que se debería cortar de raíz, pero precisamente preocupa por la cobertura legal que tienen estas prácticas». Mora se queja de que el sistema proteja más a los okupas que a los propietarios, quienes «deberían recuperar estos espacios en un máximo de 24 horas» intervención de los agentes de la ley mediante.

Seguridad en Platja de Palma

Por otro lado, la seguridad en Platja de Palma se ha convertido en una preocupación prioritaria para vecinos y empresas en la zona. En el lado del sector empresarial, hoteleros y comerciantes han sido los más incisivos a la hora de reclamar soluciones contra el auge de la delincuencia y el incivismo en temporada alta. Por lo pronto, el Ajuntament de Palma les ha asegurado que las medidas de seguridad se incrementarán sensiblemente este verano.

Desde Cort indican que trabajan para atajar uno de los grandes males de esta zona. El verano pasado ya destinaron más efectivos policiales, incluyendo no solo agentes de polícia local, sino también de los cuerpos dependientes de Delegación de Gobierno, Policía Nacional y Guardia Civil. La idea es prolongar los planes de refuerzos la próxima temporada, a fin de ofrecer más garantías ante el incremento experimentado de residentes y de población flotante, tanto turistas como trabajadores llegados de fuera.