La reunión de ayer en la sede de la FEHM.

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La reducción de la jornada laboral y el incremento salarial serán los dos grandes caballos de batalla en las negociaciones del nuevo convenio de hostelería. Y aunque ambas partes, patronal y sindicatos, mantienen que ambos deben correr en paralelo, será difícil desvincular los avances de uno y otro.

Los representantes de los trabajadores, por lo pronto, no están dispuestos a ver reducidos los márgenes de mejora salarial por la reducción de horas semanales. Los hoteleros, por su parte, quieren tener claro el impacto económico de la reducción aprobada hoy por el Consejo de Ministros -ahora debe seguir los trámites parlamentarios para su aprobación definitiva- antes de hablar de incrementos salariales.

«Insisto en que no va relacionado, por prudencia tenemos que ver antes el impacto económico y en horas en nuestras empresas de la reducción de la jornada laboral antes de abordar las subidas salariales». Así lo expresaba ayer el presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Javier Vich, tras la constitución de la mesa de negociación. Y remarcaba que la patronal es consciente de la necesidad de subida salarial y que está por la labor. «Somos los primeros que queremos que nuestros trabajadores estén bien pagados para atraer a gente a nuestro sector».

Los representantes de UGT y CCOO, José García Relucio y Silvia Montejano, respectivamente, señalaron que tampoco quieren que una línea de negociación afecte a la otra. «Reducir jornada es una reivindicación y los salarios tienen que seguir subiendo de la misma forma con 35, 37 y media o 40 horas semanales», manifestó Relucio. Asimismo, la intención es aprovechar «la inercia» de la reducción estatal a 37,5 horas semanales para conseguir bajar hasta las 35 horas durante la vigencia del nuevo convenio. «Queremos que el sector en Baleares sea pionero en esto llegando a las 35 horas», señala Montejano.

En cuanto al incremento salarial, todavía no se ha puesto ninguna cifra sobre la mesa, aunque se insiste en que la subida de ser superior a la conseguida en el anterior convenio, que ha sido totalmente devorada por la inflación. En ese caso fue del 8,5 %, lo que dejaría la subida venidera, según las pretensiones sindicales, en un porcentaje cercano al 10 %. Una cifra, en definitiva, que cumpliera con la reivindicación sindical de repartir los beneficios de tres temporadas turísticas consecutivas de récord de facturación en las Islas.

En todo caso, el presidente de los hoteleros subrayó que las negociaciones arrancarán sin «ninguna línea roja». Eso sí, lo harán con una lógica disparidad de agenda de prioridades, con la patronal especialmente centrada en el problema del absentismo laboral injustificado. Este se ha disparado en los años posteriores a la pandemia y las empresas calculan que afecta a entre un 20 % y un 30 % del sector.

Productividad y la formación serán otros puntos que se pondrán sobre la mesa, así como conciliación y flexibilidad horaria, calendarios laborales anticipados o consolidación de los meses de trabajo de los fijos discontinuos, esto es, que estos empleados «tengan más meses de trabajo garantizados».

Medición de las cargas de trabajo

García Relucio denunció que «la mayoría» de los establecimientos hoteleros no han realizado las mediciones de las cargas de trabajo de las camareras de piso, la cual era la «medida estrella» estipulada en el convenio todavía vigente. «Y los convenios están para cumplirse», señaló ante los medios para añadir que «queremos que se lo tomen en serio, porque si no lo hacen tomaremos medidas ante Inspección de Trabajo».

La intención de los sindicatos es que el nuevo convenio -que debe afectar a unos 180.000 trabajadores- extienda la obligatoriedad de la medición de las cargas de trabajo al resto de empleados del sector, empezando por el personal de cocina, restaurante y sala. En ese sentido, la negociación va a reservar un espacio a la cuestión de la salud laboral: no solo en lo tocante a la reducción de horas, también de cara a medidas preventivas contra las altas temperaturas, por ejemplo.

Las claves
  1. En torno a un 25 % de absentismo en la hostelería balear

    Aunque diversos estudios fijan la tasa de absentismo laboral en Balears entre las más bajas del país, la FEHM afirma que sus informes reflejan un incremento preocupante específicamente en el sector hostelero: entre un 20 % y un 30 % desde la recuperación de la crisis pandémica.

  2. El calendario llega al 22 de mayo, pero se prefiere no agotarlo

    La reunión de ayer -con más de 40 participantes entre sindicatos y patronales hotelera, de restauración y del ocio nocturno- sirvió, entre otras cosas, para fijar cinco citas para negociar: una cada tres semanas a partir del 28 de febrero y hasta el 22 de mayo, aunque ambas partes preferirían no tener que agotarlo.

  3. «Dignificación» y «prestigio» del empleo en el sector

    Los discursos de sindicatos y patronales se alinearon ayer al centrarse en la necesidad de «dignificar» y «prestigiar» el sector con mejores condiciones laborales a fin de atraer a gente que pueda construir en el mismo un proyecto de vida y paliar la falta de personal.