Una camarera de piso hace una cama en una habitación de hotel | M. À. Cañellas

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Arrancan las negociaciones del XVII Convenio de Hostelería, el más importante de Baleares por volumen de trabajadores y de un enorme valor estratégico para la economía de las Islas.

Más de 160.000 personas trabajadoras de hoteles, restaurantes, bares y discotecas seguirán con atención, a partir de este jueves, unas negociaciones que se prevén intensas. De ellas dependen no sólo su futuro, sino el de muchos otros trabajadores, ya que el convenio balear de hostelería es el de referencia en toda España y suele ejercer como convenio tractor para otros sectores productivos de las Islas por las medidas pioneras que incluye, tanto en el ámbito económico como social.

Para este jueves a mediodía está prevista la constitución de la Mesa negociadora. Por parte de las patronales, la integrarán representantes de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM); Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF); Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME); CAEB Restauración; Asociación Balear de Ocio y Entretenimiento (ABONE);PIME Menorca; Asociación Menorquina de Cafés, Bares y Restaurantes y Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (PIMEEF). Los sindicatos representados son Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO).

Temas clave

Patronales y sindicatos afrontan las negociaciones con el recuerdo vivo del convenio firmado hace dos años, en vigor hasta el próximo 31 de marzo. Un acuerdo que ambas partes calificaron en su día de «histórico» por las medidas económicas y sociales aprobadas, desde un aumento salarial del 8,5 % en dos años a la obligación de medir las cargas de trabajo de las camareras de piso, entre otras. Histórico fue también el consenso unánime que suscitó, ya que fue firmado por todas las asociaciones representadas en la Mesa negociadora.

Los sindicatos van a plantear una subida salarial cercana a los dos dígitos porque consideran que la inflación y el encarecimiento de la vivienda y la cesta de la compra han devorado el aumento del 25,5 % experimentado por lo sueldos del sector en los últimos 7 años. Más allá del porcentaje concreto, las patronales están por la labor del aumento, sobre todo las hoteleras, pero quieren ligarlo a la productividad y la cualificación y que se tenga en cuenta la falta de personal existente en el sector. Ambas partes coinciden también en seguir profundizando en la senda social iniciada con el anterior convenio con medidas sobre salud laboral, cargas de trabajo, conciliación familiar y formación.

La reducción de jornada laboral se vislumbra como el principal escollo de las negociaciones. CCOO pide 37,5 horas semanales y UGT sigue reivindicando las 35 horas, mientras que las patronales ven muy difícil aplicarla en el sector servicios, sobre todo en las empresas más pequeñas.